En el desierto de Atacama, en el Norte de Chile, se encuentra la Región de Tarapacá, hogar de uno de los vertederos de ropa más grandes del mundo. En medio de las dunas de arena rojiza de Alto Hospicio, el asentamiento irregular más peligroso y denso en la frontera con Perú, se acumulan montañas de prendas contaminantes.
Este problema ha llamado la atención de una ONG local, respaldada por reconocidos creadores internacionales, que busca abordar la situación a través de un ambicioso programa de moda circular.
La moda y su impacto ambiental
La industria de la moda es conocida por ser una de las más contaminantes del mundo. Según la ONU, es responsable de entre el 2% y el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, así como de la contaminación y extracción del agua. Además, contribuye al 9% anual de la pérdida de microplásticos en el océano y consume 215 billones de litros de agua al año.
En Chile, en los últimos veinte años, el consumo de ropa por persona ha aumentado un 233%, convirtiéndose en el país latinoamericano con mayor consumo per cápita.
El programa sostenible Runway Fashion Design (RFD)
La directora y creadora del programa RFD, Johana Fernández, reconoce la problemática medioambiental de la industria de la moda y busca soluciones. RFD conecta a diseñadores y artesanos locales de forma circular y sostenible, creando una pasarela con ropa elaborada a partir de prendas del vertedero de Tarapacá.
El programa busca visibilizar el trabajo de artesanas y etnias pequeñas, reconociendo su labor y su conexión con la naturaleza. Fabiola Aillón, una de las diseñadoras participantes, destaca la oportunidad de mostrar la cultura y los productos de la etnia Aymara, a la que pertenece.
El objetivo de RFD es no solo reducir la cantidad de ropa desechada, sino también promover la reutilización y valorización de prendas, fomentando una moda más consciente y sostenible.
La pasarela que busca un cambio
En la pasarela de RFD, diseñadores de renombre internacional, como Agatha Ruiz de la Prada, se unen a artistas y artesanos para crear prendas utilizando ropa proveniente del vertedero de Tarapacá. Esta iniciativa no solo busca dar una nueva vida a las prendas desechadas, sino también generar conciencia sobre la problemática ambiental de la moda.
El vertedero de Alto Hospicio es testigo de la realidad de más de cien mil personas que viven en condiciones precarias. Perros callejeros, basura y carteles de «no botar la basura» se mezclan en las calles de esta comuna escondida entre las dunas del desierto más árido y contaminado del mundo.
Un paso hacia la moda sostenible
El programa RFD en la Región de Tarapacá es un ejemplo de cómo se puede abordar el problema medioambiental de la industria de la moda. A través de la reutilización y la valorización de prendas, se busca generar un cambio en la forma en que consumimos y desechamos la ropa.
La moda sostenible no solo es una tendencia, sino una necesidad urgente para proteger nuestro planeta. Iniciativas como RFD nos invitan a reflexionar sobre nuestras elecciones como consumidores y a apoyar proyectos que promuevan una moda más responsable y consciente.