El psicólogo social Jonathan Haidt ha generado controversia al proponer en su nuevo libro, «La generación ansiosa», que los niños deberían tener poco o ningún acceso a teléfonos inteligentes y redes sociales hasta los 16 años. La Asociación Estadounidense de Psicología (APA) también ha expresado preocupación por la seguridad de los niños en las plataformas digitales. Este debate sobre el impacto de la tecnología en la salud mental de los jóvenes se intensifica, planteando un punto de inflexión en la sociedad actual.
Haidt sostiene que su perspectiva se basa en años de investigación sobre los crecientes problemas de salud mental entre preadolescentes y adolescentes estadounidenses. La APA denuncia que las plataformas de redes sociales son «intrínsecamente inseguras para los niños» y afirma que estos carecen de «la experiencia, el juicio y el autocontrol» necesarios para manejarse en ellas.
Responsabilidad compartida en la protección de los jóvenes
La responsabilidad no debe recaer únicamente en los padres, las tiendas de aplicaciones o los jóvenes, sino también en los desarrolladores de las plataformas. Haidt advierte que si los adultos no toman medidas, podrían poner en riesgo la salud mental de todos los jóvenes indefinidamente.
El respaldo del profesor Thomas Cooley
El profesor Thomas Cooley de Liderazgo Ético en la Escuela de Negocios Leonard N. Stern de la Universidad de Nueva York ha promocionado incansablemente el mensaje del libro desde su publicación el 26 de marzo. En una entrevista con CNN, Haidt discutió sus datos, el libro y las implicaciones tanto para padres como para adolescentes.
La propuesta de limitar el acceso a dispositivos digitales
En su libro, Haidt propone que los niños tengan poco o ningún acceso a dispositivos digitales hasta los 16 años debido a las preocupantes cifras que indican altos niveles de depresión y ansiedad entre adolescentes estadounidenses. La APA alerta sobre la falta de preparación emocional y cognitiva de los jóvenes para lidiar con las redes sociales, señalando a los desarrolladores como parte clave en garantizar un entorno seguro para ellos.