Marcel Rivas, quien ocupó el cargo de director de Migración de Bolivia, fue liberado después de pasar tres años y medio en el penal de San Pedro. Ahora cumplirá detención domiciliaria. Durante su encarcelamiento, Rivas expresó su deseo de unidad en la oposición.
En noviembre de 2020, Rivas fue arrestado bajo la acusación de facilitar la salida del país de los exministros Arturo Murillo y Luis Fernando López.
Unidad en la oposición
En sus primeras declaraciones a los medios, Rivas manifestó su convicción de que, a pesar de las diferencias en consignas y principios políticos, todos los miembros de la oposición comparten los mismos ideales de lucha por la liberación nacional y social de Bolivia.
Rivas describió su experiencia en prisión como vivir en una jaula de miedo y destacó el sufrimiento de las familias de los presos políticos. Al salir del penal, reafirmó su compromiso de seguir luchando por la liberación nacional y social del país.
Retrasos en la liberación
Aunque la justicia concedió la detención domiciliaria hace un mes, diversos trámites y apelaciones retrasaron la liberación de Rivas. Incluso llevó a cabo una huelga de hambre dentro del penal para protestar por lo que consideraba un encierro injusto.
Debate sobre el sistema judicial y los presos políticos
El caso de Rivas ha generado un debate sobre el sistema judicial boliviano y el tratamiento a los presos políticos en el país. Su liberación sin esposas del Palacio de Justicia marca un hito en este debate en curso.