Por segundo año consecutivo, el Etihad Stadium resolverá un duelo majestuoso entre Real Madrid y Manchester City, que intercambiaron remontadas en el “Santiago Bernabéu” en un gran espectáculo futbolístico (3-3), que salvó la épica madridista tras la demostración de poderío sin Kevin De Bruyne del vigente campeón, en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League.
El ambiente de noche mágica en el “Santiago Bernabéu”, con un arranque repleto de euforia de un Real Madrid descansado que quiso avasallar a un City con un desgaste mayor. Las malas noticias se ampliaron desde el doble error de Lunin. Confiado ante la lejanía de la falta no pidió más presencia que un compañero en la barrera. Mal colocado. Bernardo Silva aceptó la invitación, probó suerte y se encontró con la reacción tardía del portero. Uno de esos fallos que pasan factura en eliminatorias entre gigantes.
Sonrió el factor fortuna para Real Madrid cuando Camavinga remató con descaro desde fuera del área. Reservado su primer gol de la temporada, tardío por su importancia, para un momento trascendental. El balón se desvió en Rúben Dias y se puso imposible para Ortega y el partido se ponía 1-1.
Y llegó la remontada. El pase al espacio de ‘Vini’, la carrera de Rodrygo y la definición con calma. Suave ante Akanji y un portero dubitativo en la salida y el real Madrid ganaba 2-1.
El Real Madrid quedó reducido a sus contragolpes. Le faltaron fuerzas para rebelarse. Sometido por el City, sintió en sus carnes lo que tantas veces protagoniza. Rondaba el empate ante la tardanza en las marcas, la superioridad inglesa en la frontal. Lunin evitaba los dos primeros intentos, de Foden y Bernardo Silva, y nada podía hacer ante el balón en la escuadra de Foden. Uno de los jugadores decisivos de en esta temporada, 2-2.
En cinco minutos se desplomaron las ilusiones madridistas. Con Ancelotti lento en los cambios, tardando en reaccionar a lo que estaba ocurriendo sobre el tapete. Lo hizo cuando Gvuardiol, recuperado a última hora por Guardiola para calmar sus bajas defensivas, enganchó un derechazo imparable al pase atrás de Grealish. Sin la necesidad de De Bruyne, el City ganaba 3-2.
Al Real Madrid sólo le quedaba la carta de la épica y nunca se le puede dar por muerto. Con un golazo de Fede Valverde tras una arrancada de Modric y un pase preciso de Vinícius, 3-3. En un mal día, dos asistencias. E incluso acarició otra proeza segundos después, en un balón peleado por Bellingham que entre el portero y la zaga por poco no acabó dentro de la portería.
OTRO EMPATE
En su noche europea más importante en más de una década, el Arsenal se sobrepuso a sus miedos y a los viejos fantasmas de Harry Kane, un hombre que le ha marcado quince goles a los ‘gunners’, para escapar con un empate del primer duelo contra el Bayern de Múnich. En la ida de los cuartos de final de la Champions League.
Los alemanes, con una actitud distinta a los bochornos que han protagonizado últimamente en la Bundesliga, sometieron a un timorato Arsenal, víctima de su inexperiencia en la competición, y llegaron a dominar por 1-2, gracias a los tantos de Serge Gnabry 18’ y de Harry Kane 32’, después que Saka a los 12’ abriera el marcador, hasta el rescate de Leandro Trossard que llegó en el minuto 76 y que aguantó hasta el final, mandando la eliminatoria viva al Allianz Arena la próxima semana.