La decisión de prohibir por seis meses la oferta y demanda de servicios sexuales en una zona turística de Medellín ha generado controversia entre autoridades locales y trabajadoras sexuales. Esta medida busca frenar la explotación sexual, especialmente en medio de casos estremecedores de abuso sexual infantil en la ciudad colombiana.
Recientemente, un juez expidió una orden de captura contra Timothy Alan Livingston, un ciudadano estadounidense que fue encontrado en un hotel de Medellín en compañía de dos menores. Ante este caso, el presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció a través de su cuenta de Twitter que el Gobierno solicitará la extradición de Livingston a Estados Unidos.
Perfil negativo de turistas en Medellín
Carlos Calle, líder del Observatorio de Turismo de la Personería Distrital de Medellín, ha señalado que existe un perfil negativo de turista en la ciudad que busca servicios íntimamente ligados con la criminalidad. En el año 2023, se reportaron 329 víctimas de delitos asociados a la explotación sexual de menores en Medellín.
Problema extendido más allá de Medellín y Cartagena
Katherine Jaramillo, directora del Observatorio de Explotación Sexual Comercial De Niñas, Niños y Adolescentes (ESCNNA), destaca que este problema no es exclusivo de Medellín y Cartagena. Además, en 2022, Carolina Sanín expresó su preocupación sobre Medellín como un «burdel a cielo abierto». Por otro lado, Valery Parra del Sindicato de Trabajadoras Sexuales en Antioquia critica la suspensión temporal de servicios sexuales por parte de la Alcaldía.
Aumento de víctimas en la isla de San Andrés
Según datos recientes, después de la pandemia del coronavirus se ha observado un aumento significativo en el número de víctimas relacionadas con explotación sexual comercial en la isla de San Andrés.
En conclusión, la prohibición de servicios sexuales en una zona turística de Medellín ha generado debate y controversia. Las autoridades buscan frenar la explotación sexual, especialmente en casos de abuso sexual infantil. Existe un perfil negativo de turistas en la ciudad que busca servicios relacionados con la criminalidad. Además, este problema no es exclusivo de Medellín y Cartagena, y se ha observado un aumento de víctimas en la isla de San Andrés. Es necesario abordar esta problemática de manera integral para proteger a los más vulnerables.