El general retirado Benedicto Lucas García, acusado de dirigir operaciones militares en Guatemala entre 1981 y 1982, enfrenta un juicio por genocidio. Durante este período, más de 1.770 indígenas fueron asesinados por las Fuerzas Militares en el contexto del conflicto armado interno que tuvo lugar de 1960 a 1996. Después de más de 40 años de espera, los familiares de las víctimas están expectantes ante este proceso judicial.
La Fiscalía guatemalteca acusa a Lucas García, de 92 años, de ser responsable de la muerte de 844 indígenas. Según el Ministerio Público, las otras 926 muertes se atribuyen a la dictadura de Efraín Ríos Montt (1982-1983). Durante su tiempo como jefe del Estado Mayor del Ejército, Lucas García identificó a los pueblos maya Ixil de Santa María Nebaj, San Juan Cotzal y San Gaspar Chajul como «el enemigo interno». En esta región, se llevaron a cabo 32 masacres en más de 20 comunidades.
Detalles del juicio
El juicio comenzó después de resolver diversos recursos legales pendientes. Lucas García asistió de forma virtual desde el hospital militar donde se encuentra recluido. Más de 180 testigos, entre sobrevivientes y familiares de las víctimas, han testificado en busca de justicia. Además, al menos 50 familias indígenas afectadas por las masacres forman parte del proceso penal a través de la Asociación Justicia y Reconciliación.
La fiscal Candida Morales Santos reveló que el 13% de las víctimas eran niños menores de 3 años, mujeres embarazadas y ancianos desarmados. Estas personas fueron asesinadas por ser consideradas simpatizantes de la guerrilla. Durante su discurso de apertura en el Tribunal de Mayor Riesgo A, la fiscal describió cómo el Ejército quemaba casas y desplazaba a los indígenas a las montañas, a pesar de que se suponía que debían protegerlos.
Pruebas documentales y antecedentes
Entre las pruebas documentales presentadas contra Lucas García se encuentran 81 peritajes que muestran las exhumaciones realizadas en las comunidades donde se encontraron los restos humanos de las personas masacradas en 1981 y 1982. Cabe destacar que en 2013, Efraín Ríos Montt fue condenado por genocidio del pueblo maya ixil debido a las políticas de contrainsurgencia iniciadas por Lucas García. Sin embargo, la condena fue anulada poco después por la Corte de Constitucionalidad de Guatemala.
El conflicto armado interno en Guatemala
El conflicto armado interno en Guatemala fue uno de los más sangrientos de América Latina, dejando al menos 240.000 personas asesinadas o desaparecidas. Estas cifras son resultado de informes divulgados por Naciones Unidas. La búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias continúa en este juicio por genocidio, que busca arrojar luz sobre los crímenes cometidos durante ese período oscuro de la historia del país.