La generación de residuos electrónicos está creciendo a un ritmo alarmante en comparación con el reciclaje, según el cuarto informe del Monitoreo Global de Residuos Electrónicos presentado por la ONU. En todo el mundo, se generan anualmente 2,6 millones de toneladas de basura electrónica, alcanzando un récord de 62 millones de toneladas en 2022. Sin embargo, menos del 23% de estos desechos se reciclan, lo que resulta en la pérdida de recursos naturales y riesgos de contaminación a nivel global.
Un problema en crecimiento
Desde 2010, la cantidad de basura electrónica ha aumentado en un 82%, llegando a las 62 millones de toneladas en 2022. Esta cifra es equivalente a llenar 1,6 millones de camiones de 40 toneladas, formando una línea continua alrededor del ecuador. A pesar de este crecimiento, menos del 23% de los desechos electrónicos se recolectan y reciclan de acuerdo a los estándares internacionales.
Riesgos para la salud y el medio ambiente
La ONU advierte que cada dispositivo electrónico desechado representa una amenaza para la salud y el medio ambiente debido a sus componentes tóxicos, como el mercurio. Además, se estima que la tasa de reciclaje disminuirá del 22,3% en 2022 al 20% en 2030, debido al crecimiento exponencial en la generación de desechos electrónicos.
Factores que contribuyen al problema
El progreso tecnológico, el aumento del consumo y las limitadas opciones de reparación son factores que contribuyen al empeoramiento de las tasas de reciclaje. Sin embargo, si los países lograran elevar las tasas de recogida y reciclaje al 60% para 2030, se podrían minimizar los riesgos para la salud humana y ahorrar más de 38.000 millones de dólares.
La urgencia de abordar el problema
En un momento en el que se busca avanzar hacia tecnologías sostenibles, como paneles solares y vehículos eléctricos, es urgente abordar el problema de los residuos electrónicos para combatir la crisis climática y avanzar hacia un futuro digital sostenible. Además, la dependencia excesiva de unos pocos países para suministrar materias primas, como las tierras raras, es crucial para el desarrollo de tecnologías futuras, como las energías renovables y la electromovilidad.
