El oso andino, conocido también como jucumari, se encuentra en peligro en Bolivia debido a la caza furtiva y el tráfico ilegal de fauna silvestre. Seis ejemplares de esta especie emblemática viven en el Bioparque Municipal Vesty Pakos como símbolos de las amenazas que enfrentan.
El «tremarctos ornatus» oso de anteojos, es el único oso sudamericano y se encuentra altamente amenazado por la cacería furtiva y el tráfico de animales silvestres. Este mamífero habita en los valles interandinos y bosques húmedos subtropicales de varios países de la región.
Preservación del Hábitat
En Bolivia, los osos de anteojos se encuentran en diversas regiones, resguardados en áreas protegidas como las reservas Cotapata y Madidi, el parque Amboró y Carrasco. Estos animales, reconocibles por su pelaje oscuro y manchas blancas alrededor de los ojos, son considerados una especie paraguas cuya conservación beneficia a todo su entorno.
Rescate y Rehabilitación
Los osos son perseguidos por ser vistos como destructores de cultivos, lo que ha llevado a casos de caza ilegal y separación de crías de sus madres. Ejemplares como Juqui, rescatado en 2020 en Cochabamba, son rehabilitados en centros como el Bioparque Vesty Pakos para luego ser reintegrados en un ambiente adecuado.
Cuidados Especiales
En el bioparque, los osos reciben atención especializada, incluyendo enriquecimiento alimenticio y físico para promover sus comportamientos naturales y bienestar. Elementos como piscinas, columpios y madrigueras son utilizados para asegurar su adecuado desarrollo en cautiverio.