En la ciudad de El Alto se erigen los edificios más extravagantes del país y en esta nueva atracción arquitectónica ha sido apodada por los internautas como «cholet Titanic», aunque en su proa destaca el nombre Crucero de los Andes, está decorado con símbolos de las culturas tiwanakota e incaicas.
El arquitecto Freddy Mamani es el creador de varios de estos edificios conocidos como cholets, término que combina las palabras cholo y chalet. Estas mansiones pertenecen a una pujante burguesía aimara que ha acumulado riqueza a través del comercio informal. El estilo arquitectónico neo-andino del cholet ha evolucionado con el tiempo hacia construcciones más contemporáneas y extravagantes. Algunos de estos edificios tienen un ovni incrustado en su fachada, mientras que otros recrean superhéroes del cine.
El Crucero de los Andes cuenta con 11 pisos, destacando en su amplia terraza un barco de cuatro pisos cuyo puente de mando incluye un gran timón tallado con la figura del dios Inti (Sol). Su construcción comenzó hace siete años, coincidiendo con un momento en el que Bolivia estaba debatiendo una demanda internacional contra Chile para recuperar la costa perdida durante una guerra en 1879. Los cuatro pisos del barco albergarán un restaurante con impresionantes vistas panorámicas de la ciudad y las montañas nevadas, así como un enorme salón de fiestas y una galería de arte que recreará la cultura Tiwanaku.
Además, funcionará como hotel boutique destinado a atraer turistas, según su propietario Víctor Choque Flores, un emprendedor empresario de 43 años.
El objetivo del Crucero de los Andes es revalorizar la ciudad a través de la arquitectura, ya que hasta ahora no ha tenido una identidad urbana clara y la mayoría de sus habitantes son migrantes aimaras.
