Investigadores del laboratorio de David Sinclair de la Escuela de Medicina de Harvard logró revertir el envejecimiento en células humanas en tan solo cuatro días de tratamiento, según un documento de investigación publicado el 12 de julio.
El equipo identificó seis cócteles químicos que restauran un perfil juvenil y una edad transcriptómica inversa sin comprometer la identidad celular.
Aunque hasta ahora los experimentos se realizaron únicamente en cultivos celulares, este descubrimiento representa un avance significativo que podría tener implicaciones no solo en la lucha contra el envejecimiento, sino también en el tratamiento de enfermedades relacionadas con la edad y mejoras en la función visual y orgánica.
David Sinclair, científico principal del proyecto, expresó: «Hasta hace poco, lo mejor que podíamos hacer era envejecer lentamente. Nuevos descubrimientos sugieren que ahora podemos revertirlo».
Los investigadores afirman haber identificado seis tratamientos capaces de revertir el proceso de envejecimiento celular sin causar crecimiento descontrolado. Estas moléculas tienen la capacidad de «reprogramar» células animales convirtiéndolas en células madre pluripotentes, lo cual las hace prometedoras para aplicaciones médicas regenerativas.
En los cultivos celulares especializados utilizados durante el estudio, se observaron marcadores conocidos del deterioro asociado al envejecimiento. Esto incluye problemas como filtración proteica al citoplasma y dificultad para ser importada nuevamente al núcleo celular.
Este hallazgo abre una alternativa química a las terapias génicas para revertir el envejecimiento y podría transformar los tratamientos relacionados con el envejecimiento, lesiones y enfermedades asociadas. Además, sugiere la posibilidad de costos de desarrollo más bajos y plazos más cortos.
Sin embargo, es importante destacar que estos resultados son preliminares y aún están lejos de estar disponibles para uso médico o comercial.
Según expertos, si se logra avanzar en esta investigación, tendría un impacto sísmico no solo en la salud humana, sino también en aspectos demográficos, sociales y ambientales a nivel global.
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