Real Madrid y Manchester City no fallaron al espectáculo (1-1). Se mostraron respeto mutuo y se castigaron cuando el otro más dominaba. Primero fue el conjunto local quien se puso por delante merced a una obra de arte de Vinicius y, en el segundo tiempo, De Bruyne contestó de igual manera para dejar todo abierto para el partido de vuelta.
El primer tiempo tuvo un dominador claro, el Manchester City, pero el Real Madrid volvió a demostrar por qué es el mejor equipo compitiendo. Los de Ancelotti se atrincheraron atrás y cerraron todo tipo de espacios, de manera que los de Guardiola solo pudieron intentarlo con disparos lejanos de De Bruyne y Haaland. Pero Courtois despejó todo el peligro. Y cuando menos lo esperaba el “Bernabéu” volvió a aparecer su estrella, Vinicius. El brasileño culminó una buena jugada de Camavinga con un remate frontal que se coló cerca de la escuadra de la meta defendida por Ederson (36′).
Las caras de incredulidad de los británicos lo decían todo. La historia se repetía nuevamente. Y con el 1-0 en el marcador se llegó al descanso. Tras el paso por los vestuarios y sin cambios en ambos equipos, el libreto cambió. El conjunto blanco se fue por el segundo y al Manchester City le costaba generar acciones de peligro. Sin embargo, el golpe psicológico ahora se lo llevarían los blancos. Cuando mejor jugaban, una recuperación de Rodri en la salida de balón provocó que la pelota le cayera a De Bruyne en la frontal y el belga no se lo pensó. Con un misil ajustado al palo sorprendió a su compatriota y compañero en la selección y puso el 1-1 en el marcador (67′).
Un balde de agua fría y un estímulo que permitió a los de Guardiola recuperar el control del partido. De ahí al final, Benzema tuvo la más clara en un remate de cabeza que despejó Ederson. Luego los cambios del Madrid y las faltas del Manchester City terminaron de matar el ritmo del partido. En la última jugada, Tchouameni, casi firma el 2-1 en el 90′ con obús que casi sorprende al arquero de la visita.
