El trabajo que realizaron voluntariamente algunas personas durante el Sábado de Peregrinación, fue el de resguardar el Santuario de la Virgen del Socavón, ayudando a los devotos danzantes con el manejo de sus caretas y brindándoles refrigerios.
Miles de danzarines de 52 fraternidades con sus coloridos trajes, sus bandas de música, recorrieron sin interrupción por cuatro kilómetros desde la avenida 6 de agosto hasta el Santuario del Socavón.
Una representante de los voluntarios de la Unión de Familias de los Siervos de María (Unifas), manifestó que, para resguardar el Santuario trabajaron a base de relevos de cada dos horas y que también la Unidad Educativa Socavón formó parte de las comisiones.
Siendo un lugar religioso, pidió a los danzarines devotos, no llegar ebrios a los pies de la Virgen y cumplir su promesa de buena manera.
El Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad 2023, tiene uno de sus pilares en la devoción a la Virgencita del Socavón, donde las fraternidades llegan al finalizar su recorrido.
En pasados años, el exceso de alcohol se hizo presente dentro del templo, que resguarda la imagen de la Virgen, ya que danzarines, músicos y espectadores con copas llegaron a dormir en las bancas e incluso ensuciaron el recinto.
Este exceso llevó a algunas personas al extremo de ir a dormir al Santuario de la Virgen del Socavón, al estar tan ebrios que no se dieron cuenta de los destrozos que causaron en su interior.
Por su parte, la Policía Boliviana desplazó más de 3.000 efectivos en la capital folklórica de Bolivia para resguardar la seguridad ciudadana y hacer respetar la «ley seca».
LEY SECA
Tras los incidentes registrados en pasados años, la Alcaldía de Oruro decretó «ley seca» durante el Sábado de Peregrinación en la ruta de la entrada y hasta a 100 metros.
La medida formó parte del plan carnavalero, su objetivo fue controlar el expendio y consumo de bebidas alcohólicas para evitar que los danzantes lleguen ebrios a los pies de la dueña de todos los orureños.
Sin embargo, en inmediaciones de la avenida 6 de agosto, se corroboró que se vendían bebidas alcohólicas por montón y sin control.
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