El procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, afirmó este viernes no tener nada en contra de la Iglesia; sin embargo, defendió el pedido de la Procuraduría, el de citar a declarar, en calidad de testigos, a Obispos que participaron en las reuniones realizadas en la Universidad Católica Boliviana (UCB) en noviembre de 2019, tras la renuncia del expresidente Evo Morales.
“Aclaro que no tengo nada en contra de la Iglesia Católica, nada personal. Lo que queremos es que un par de personas que han participado y no tienen fuero puedan declarar como testigos”, aseveró Chávez.
Asimismo, señaló que no desea investigar a los Obispos de la Iglesia, sino conocer su declaración.
De la misma forma, aclaró que se pidió a la Fiscalía citar a diez personas como parte de las investigaciones por el caso Golpe de Estado I, y solo cuatro de ellas son miembros de la Iglesia, los demás son civiles, informó el portal digital Oxígeno.bo.
Por otro lado, Chávez justificó el pedido de investigar las reuniones que se realizaron en la UCB, ya que estas fueron mencionadas en la imputación que la Fiscalía presentó contra el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.
El procurador aseveró que en la relación de los hechos de la imputación contra Camacho, la Fiscalía menciona que el gobernador cruceño propició un forzado vacío de poder con la finalidad de hacerse del Gobierno.
Según el procurador, Fernando Camacho, a través de su representante Jerjes Justiniano, en una reunión de la UCB había propuesto construir un Gobierno Cívico- Militar, mismo que no está contemplado en la constitución.
“Esta es la base de la investigación. Este hecho esta en investigación, por eso hemos pedido que quienes han participado de esas reuniones hablen sobre el hecho”, afirmó.