Los hechos de violencia que se suscitaron en el país por el conflicto del Censo de Población y Vivienda para el 2023, provoca que sea el método de solución de esta polarización política que ya está instalada entre todos los actores, explicó en horas precedentes el analista Ludwig Valverde, según reporte de la ANF.
“Ya no hay instancias de solución pacífica, de mediación en un conflicto, sino ya es la polarización. La violencia que es lo que empieza a determinar la vida cotidiana, es una cotidianeidad y acaba de convertirse en hábito cotidiano de convivencia social”, lamentó el cientista político.
El 22 de octubre la dirigencia cívica de Santa Cruz dispuso un paro departamental indefinido. Hasta hoy, en los siete días de la medida de presión se registraron hechos de violencia en ese departamento y en otras regiones del país como Beni, Cochabamba, Tarija y La Paz entre quienes impulsan y rechazan que el empadronamiento nacional se ejecute el año próximo.
“Yo creo que un elemento cohesionador es el Censo, así no le guste al MAS, así el MAS lleve gente como se ha constatado para generar tensión en el propio departamento de Santa Cruz, el Gobierno no está dimensionando el conflicto de manera adecuada”, alertó Valverde.
El Ejecutivo había impulsado la realización del Censo en 2024, luego de la reunión del Consejo Nacional de Autonomías el 12 de julio de este año. En poco más de tres meses, la protesta de Santa Cruz ya se irradió a varios departamentos y Valverde dijo que se corre el riesgo que el conflicto pueda agravarse.
“El Gobierno está subestimando y se les está yendo el conflicto de sus manos. No puede gestionar de manera adecuada el conflicto y Santa Cruz está pasando a posicionar una voz de apoyo de otros departamentos. Entonces, esto le va a complicar al Gobierno nacional en un futuro próximo y en el futuro inmediato en la perspectiva de gobernabilidad”, afirmó en analista.
Asimismo, no sólo se refirió a los hechos de violencia del 2022 sino comparó el mismo escenario de 2003 cuando en Bolivia se hablaba del “empate catastrófico”, en el que los partidos políticos estaban entrampados en una solución sin salida. Además, mencionó los sucesos de 2008 cuando Bolivia se aprestaba a aprobar una nueva Constitución Política del Estado y el nivel de conflicto dividió el país, con la denominada “media luna”.
/HNF/