Los Gobiernos de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur advirtieron este miércoles que, una séptima prueba nuclear por Pionyang (capital de Corea del Norte) podría justificar una escala de respuesta sin precedentes, para contrarrestar lo que los tres aliados consideran una inminente amenaza norcoreana a la seguridad mundial.
Durante unas reuniones en Tokio (capital de Japón), los viceministros de Relaciones Exteriores, de los tres países mencionados, también prometieron reforzar sus capacidades de disuasión en la región.
Corea del Sur y Estados Unidos advirtieron en repetidas ocasiones que Pyongyang está a punto de desplegar una prueba nuclear, la primera desde 2017.
«Acordamos que sería necesaria una escala de respuesta sin precedentes si Corea del Norte sigue adelante con una séptima prueba nuclear», señaló el viceministro de Asuntos Exteriores surcoreano, Cho Hyun-dong, durante una conferencia de prensa, según reporte del portal informativo RFI.
El aislado país comunista realizó este año un número récord de ensayos armamentísticos, además, este mes reconoció que condujo ejercicios nucleares tácticos.
«Cualquier cosa que ocurra aquí, como un ensayo nuclear norcoreano (…) tiene implicaciones para la seguridad de todo el mundo… Esperamos de hecho que todos los miembros del Consejo de Seguridad comprendan que cualquier uso de un arma nuclear cambiará el mundo de forma increíble», manifestó la subsecretaria de Estado de EE.UU., Wendy Sherman.
El viceministro japonés, Takeo Mori, indicó que la intensificación de las actividades nucleares y de misiles de Corea del Norte constituye un desafío claro y serio para la comunidad internacional.
Asimismo, la autoridad nipona declaró que los tres países acordaron reforzar la disuasión en su región, en vistas a una desnuclearización de Corea del Norte.
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