Mediante el «cuento del tío virtual”, un sujeto identificado como J.B. de Santa Rosa, Argentina, fue engañado. Los estafadores hackearon la cuenta del abogado del hombre, quien creyendo que hablaba con su jurista perdió al menos un millón de pesos.
Los investigadores comenzaron la pesquisa en La Pampa y terminaron en el barrio Recoleta, captando a sujetos de 23 años, los cuales aparentemente se hacían llamar “creadores de contenido” y subían fotos en festivales de música, de viajes y en bares de esa ciudad.
Los sujetos brindaron el dato de un contacto que supuestamente vende dólares en el mercado informal y el hombre al creer que hablaba con alguien de confianza se interesó.
Detalles de la estafa
De acuerdo con la investigación, contactaron a J.B. desde otro número por la supuesta recomendación y le ofrecieron concretar la operación a través de una transferencia bancaria, reportó el diario el Clarín.
El 13 de agosto de 2021, J.B. le transfirió 356 mil pesos a una cuenta del Banco de la Nación Argentina a nombre de una persona que aún no fue detenida pero sí identificada.
Desde otra cuenta hizo seis depósitos más: de $ 100.000, y un último de $ 34.000 en las cuentas de Daifrany Mariñez y Teodoro Istillarte, quienes arribaron desde Venezuela para instalarse en la Ciudad de Buenos Aires.
Mariñez vivía en Balvanera y tenía un emprendimiento de venta de donas y Istillarte trabajaba en un restorán de Recoleta.
La víctima se dio cuenta del engaño cuando no recibía los depósitos de los dólares que creía comprados.
Denuncia formal
Ante la situación, J.B. realizó la denuncia ante la Justicia pampeana y la investigación recayó en la Unidad de Delitos Económicos a cargo del fiscal.
Mediante un entrecruzamiento de datos por los teléfonos celulares y titulares de cuentas bancarias, la Justicia pampeana comenzó con la investigación para dar con el paradero de ambos estafadores.
La División Prófugos de la Policía de la Ciudad identificó por sus redes sociales a los sujetos, los siguieron y rastrearon hasta sus antiguos domicilios donde fueron encontrados.
A Mariñez la siguieron en el subte de una línea hasta que se quitó el barbijo, por lo cual la reconocerla, quedando detenida en la estación Palermo del subte.
Al Istillarte lo capturaron cuando salió a fumar un cigarrillo en la puerta de un restaurante frente al Cementerio de la Recoleta.
Para evitar este tipo de estafas, especialistas en seguridad recomiendan un paso: activar la verificación en dos pasos; ya que esta configuración permitiría una clave única y personal, necesaria para cada inicio de sesión.
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