Fue una noche mágica, de ensueño que pocas veces se puede vivir en un concierto de lujo, en la que artistas y público interactuaron como encantados por la música que salía de los instrumentos de Savia Andina. El sábado fue esa jornada inolvidable como parte de las actividades del Solsticio de Invierno que organiza la Dirección de Extensión Cultural de la Universidad Técnica de Oruro (UTO).
A las 20:08 horas comenzaron a sonar los primeros arpegios de una de las presentaciones más esperadas por el público local, no por algo las butacas del Paraninfo Universitario estuvieron llenas. Minutos previos, una larga fila se formó para ver a este grupo que el 15 de julio cumplirá 47 años de vida artística.
EL SHOW
Los aplausos del público estuvieron de principio a fin, antes que comiencen a actuar, ya se vivía una emoción indescriptible. Una canción instrumental dio inicio al espectáculo en medio de la admiración de los asistentes, quienes siguieron con atención cada movimiento de los músicos integrados por Gerardo Arias en la voz, Rafael Arias Paz en la primera guitarra, Edwin Herrera en los vientos, Oscar Castro en la percusión, David Pérez en el charango y Martín Arias en el bajo.
“El Carretero”, “Por qué estás triste” estuvieron entre las primeras melodías interpretadas por Savia Andina, donde la voz de Gerardo fue recibida en medio de gritos y alegría. Se alternaron instrumentales, como un homenaje a grandes compositores como Eddy Navía, exintegrante del grupo. Pero también se interpretaron inspiraciones de Edwin Herrera, Rafael Arias y Gerardo Arias.
Cuando la música encantaba al público, apareció en escena una pequeña artista Valentina Pérez de seis años, hija del charanguista del grupo, quien con su melodiosa voz hizo el acompañamiento en “Mi socio” y “Mi escuelita”. Fue el nacimiento de una nueva estrella, cuyo testigo fue el Paraninfo Universitario para su debut. Salió ovacionada del escenario.
La interacción entre los músicos y el público, se realizó en medio de un pacto escrito con el corazón y firmado con el espíritu, situación pocas veces apreciada. Cada canción era coreada por los asistentes, quienes no dejaban de aplaudir, mientras los artistas entregaban todo en el escenario, ratificando el por qué son uno de los mejores grupos bolivianos.
También hicieron su reconocimiento a Oruro, interpretando cinco morenadas, entre ellas, “La Mentirosita”, “La aromeñita”, “Cuando yo me vaya”, entre otras que hicieron bailar en sus asientos a los testigos de tan espectacular noche.
Como si fuesen pintores, Savia Andina pintó con su música, cada rincón de Bolivia, alegrando el corazón de todos y encantando a la Capital del Folklore.
Pero, aún faltaban los clásicos que los inmortalizaron, previa despedida a la hora y 30 minutos. Las cortinas se cerraron del escenario y el público comenzó a corear: “¡otra!, ¡otra!, ¡otra!”
Nuevamente el escenario se iluminó y con el lujo de sus interpretaciones, salieron una tras otra, enganchadas, las canciones “A los bosques”, “Verbenita”, “K’alanchito” y “El minero”, era el cherry sobre la torta tan esperada. Sin embargo, faltaba la estocada final, cual torero que asesta contra su víctima, sonó “Adiós Oruro del alma”. La emoción no pudo ser contenida por muchos asistentes, quienes terminaron llorando, no solo por ver a su grupo favorito, sino porque sus canciones ocasionaron sentimientos encontrados, recuerdos, nostalgias y la fantasía de vivir un momento épico con la música de Savia Andina.
RECONOCIMIENTO
El director de Extensión Cultural de la UTO, Maclovio Marconi, entregó un reconocimiento al grupo como muestra de afecto y gratitud.