La Asociación Nacional de la Prensa (ANP) expresó en pasadas horas su rechazo a las acciones violentas y la intolerancia que ejercieron militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS), contra la periodista del diario El Deber, Karem Mendoza.
La organización de medios impresos además, lamentó las expresiones de la diputada oficialista, Gladys Quispe, que terminó justificando la reprochable acción contra la periodista.
La ANP pidió a los líderes del partido en función de gobierno el respeto al trabajo periodístico y a las diversas opiniones de los ciudadanos.
Bajo la legislación boliviana, la periodista Mendoza goza de protección frente a la violencia por su condición de mujer y contra toda forma de discriminación, y además mientras realiza su labor informativa está ejerciendo el derecho constitucional al trabajo, a informar sin censura y a comunicar mensajes sin restricciones, según interpretación de la ANP.
El Deber denunció que Mendoza sufrió empujones lo que provocó la caída de su teléfono móvil mientras cubría incidentes de militantes del MAS contra ciudadanos que reprobaron una manifestación del partido gubernamental.
Los seguidores del Presidente Luis Arce acompañaron desde las afueras de la Casa Grande del Pueblo, una reunión del mandatario con el líder de su partido, Evo Morales, y dirigentes de los agricultores de hoja de coca del Chapare.
El diario El Deber lamentó que la policía encargada de la custodia del principal edificio estatal no haya actuado para impedir las agresiones físicas y verbales contra la periodista Mendoza.
El Observatorio de Defensores de la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social registró, hasta mayo de este año, al menos 61 vulneraciones a la libertad de prensa en Bolivia en la presente gestión.
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