“Añez no tenía capacidad ni liderazgo además de un Gobierno corrupto y el exministro Arturo Murillo era quien le susurraba al oído” fueron las declaraciones del exministro de la presidencia de Jeanine Añez, Jerjes Justiniano a través de una entrevista en la red PAT la presente jornada.
Según el exministro el Gobierno de Áñez se desnaturalizó, no fue de transición y la exmandataria quiso perpetuarse en el poder, además consideró que fue una gestión corrupta, por esa razón muchos de sus aliados huyeron.
Consultado sobre Arturo Murillo aseguró que él era quien convencía a la expresidente de las acciones que debía asumir.
“Le susurraba al oído” remarcó.
Por su parte el exministro de Economía, Oscar Ortiz, afirmó que en ese entonces Áñez le entregó el Gobierno a Murillo, a quien calificó como una persona sin capacidad.
“Cuando uno en la vida no se porta bien o no actúa correctamente, a veces la soledad es el castigo que la propia vida le depara”, señaló Jerjes Justiniano en alusión al abandono que enfrenta Áñez en el juicio ordinario en su contra por supuestos delitos vinculados al terrorismo e ir en contra de la Constitución Política del Estado.
Asimismo, según la exautoridad la Presidencia sobrepaso las capacidades de Jeanine Áñez porque no tenía experiencia en el poder, ni la sabiduría, ni la humildad de un líder, de igual manera aseguró que la exmandataria escuchó solo a una persona y no a los de su entorno.
MINISTRO DE LA PRESIDENCIA EN 2019
El 13 de noviembre Jerjes Justiniano fue posesionado como ministro de la Presidencia de Bolivia por la entonces Presidente de Bolivia Jeanine Añez, formando así parte de su primer gabinete.
Al inicio de su gestión en el ministerio, Justiniano impulsó encuentros con distintos sectores a fin de lograr acuerdos que permitieran la pacificación del país, y llamó al diálogo ante la escalada de violencia.
Fue duramente criticado por avalar el Decreto Supremo 4078 en el que se “eximió” de responsabilidades a las Fuerzas Armadas y de seguridad en sus acciones durante los conflictos de 2019.
También formó parte de las discusiones del proyecto denominado “Ley para la Pacificación del País y para Reafirmar el Ejercicio de los Derechos y Garantías del Pueblo Boliviano”, por el cual se intentaba recuperar la paz social.
Sus funciones pararon el 3 de diciembre del 2019, tras solo 21 días en cargo, después de que Ánez los destituyera y los reemplazara por el agrónomo beniano Yerko Núñez Negrette.
Los motivos de su destitución no fueron aclarados oficialmente. Algunas versiones extra oficiales señalaron se debió a la acusación de coacción sobre una denuncia que realizó un fiscal por una supuesta injerencia política en un caso de violación denominado “La Manada “.
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