Bolivia está en el camino correcto de la reactivación económica basándose en la inversión pública que genera empleo y da condiciones para que la gente pueda atender sus necesidades, aseguró este domingo el vocero presidencial, Jorge Richter.
“Estamos caminando bien y hay todavía mucho más por hacer. Somos moderadamente optimistas, pero fundamentalmente, trasmitir el mensaje a los bolivianos de que estamos en el camino correcto de la reconstrucción de nuestra economía”, señaló el funcionario a la red Erbol.
Declaró que es un proceso que necesita unos años para consolidar una economía robusta, pero que se generaron 1.2 millones de empleos entre formales e iniciativas particulares, la extrema pobreza bajó del 13 al 11% respecto al 2020 y hay un índice de pobreza moderada que se ha reducido a más del 30%.
El Vocero Presidencial, informó que el gobierno trabaja mirando las aflicciones de los sectores sociales y por eso sostiene el Sistema Universal de Salud, otorgó el bono de lucha contra el hambre.
Aseguró que el gobierno prioriza la industrialización de la actividad agropecuaria como en el caso de Chuquisaca que recibirá una inversión de 4.100 millones de bolivianos en diversos proyectos que van a significar trabajo, oportunidades y se podrá revertir la situación de colapso.
Asimismo, declaró que hasta la mitad de año se tendrá concluido el estudio para construir la nueva planta de urea y fertilizantes con el doble de capacidad que tiene la planta de Bulo Bulo porque debido al conflicto en Ucrania hay una creciente demanda de fertilizantes en el mundo.
El Gobierno es consciente de que muchas familias tienen dificultades de llevar el debido alimento a sus casas y frente a ello el gobierno no está con los brazos cruzados, sino que colabora para que puedan tener una actividad económica, aseveró según Erbol.
Resaltó el apoyo brindado a sectores agropecuarios a los que entregó insumos para 2.979 hectáreas, se ha dado asistencia técnica para 812 hectáreas y se han entregado 275 toneladas de semilla para que puedan producir 7.500 toneladas de trigo.
“Cuando nos piden quitar el sistema de subvenciones, nos piden que traslademos la inflación a la población. Con el sueldo que tienen pueden comprar este mes la misma cantidad de alimentos el siguiente mes, porque no van a distraer recursos en el aumento del precio de la gasolina, de la tarifa eléctrica o del gas”, manifestó Richter.
El sistema de subvenciones estatales tiene un pensamiento fundamentalmente social para que los bolivianos con lo que ganen, no vean reducido su salario como en Argentina y Paraguay.
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