El director general de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, admitió en horas precedentes que el consumo de droga y alcohol en las cárceles es un obstáculo en el proceso de rehabilitación de los privados de libertad, y que son pocos los internos comprometidos.
“Es difícil lograr una verdadera reinserción social mientras haya estos grupos con droga y alcohol en las cárceles del país”, señaló el funcionario a ANF.
Limpias aseveró que mucho se sataniza sobre lo que pasa en Bolivia, mientras que en países con más tecnología y control como Estados Unidos y países europeos, igual ingresa la droga y el alcohol a los centros penitenciarios.
También hizo referencia que incluso en países donde la administración carcelaria es llevada por civiles las sustancias psicoactivas están presentes.
“Centros penitenciarios que he podido conocer donde estaban civiles, porque siempre dicen que es la Policía la culpable, como en Colombia, en Perú, igualito hay droga, igualito hay alcohol, igualito hay celulares, entonces pasa por algo más, pero claro, se sataniza a Bolivia”, manifestó.
Por su parte la activista de derechos humanos en temas penitenciarios y ex Adjunta de la Defensoría del Pueblo, Griselda Sillerico, señaló en pasados meses que las personas privadas de libertad nunca fueron prioridad para los gobiernos de turno, por carecer de una política de Estado.
Lo que yo creo, dijo Sillerico, es que la población privada de libertad no ha sido prioridad debido a que “no hay una política de Estado que vaya más allá de la política gubernamental, no hay, no existe, lo que hay son acciones coyunturales gubernamentales”.
“Para mí es muy lamentable la situación de la población privada de libertad, más aun siendo que la mayoría de esta población es preventiva, es decir sin sentencia, muchas veces sin investigación”, remarcó.
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