EL Tribunal de Cuentas de la Unión de Brasil (TCU) dio luz verde el miércoles reciente a la privatización de Electrobras, la mayor compañía eléctrica de América Latina, que se convertirá en la primera gran estatal a ser vendida por el Gobierno de Jair Bolsonaro.
Por amplia mayoría, el órgano que fiscaliza las cuentas del Estado brasileño avaló la venta, que según el Gobierno podría concretarse entre mediados de junio y mediados de agosto de este año.
“Por siete votos a uno, declaró vencedora la propuesta del relator, que autoriza la continuidad del proceso de desestatización”, afirmó la juez Ana Arraes, presidente del TCU, durante la deliberación que duró más de cuatro horas.
Según los analistas, la privatización, ya fue aprobada a mediados de 2021 por el Congreso brasileño, ahora solo se realizará vía capitalización, mediante la emisión de nuevas acciones, a fin de que la participación estatal en el capital de Eletrobras caiga del 72% al 45%.
Entre tanto, los medios brasileños señalaron que la expectativa del Gobierno es de captar hasta 67.000 millones de reales de la venta de la empresa, de los cuales 25.000 millones irían a las arcas del Tesoro del estado.
El resto se destinaría a programas públicos de reducción de tarifas y de desarrollo, según estimaciones de expertos.
A poco más de cuatro meses de las elecciones presidenciales, el aval del TCU es una buena noticia para Bolsonaro, quien desde que llegó al poder en enero 2019 con la promesa de achicar el Estado y sanear las cuentas públicas apenas pudo avanzar con su ambicioso plan de privatizar un centenar de empresas.
El ministro de Economía, el ultraliberal Paulo Guedes, estimó a inicios de su mandato que serían recaudados un billón de reales con la venta de las empresas.
Pero esta meta, está lejos de ser alcanzada sin que se concrete la venta de otras estatales de porte, como los Correos, Dataprev o Serpro (las dos últimas en tecnología).
La privatización de activos públicos es uno de los grandes temas de la precampaña, especialmente en medio de una disparada inflación debido entre otras cosas al alza en el precio de la energía y de los combustibles, lo que ha llevado a Bolsonaro a decir que no descarta también la privatización de Petrobras, la mayor empresa de América Latina.
Entretanto, el Gobierno niega que la privatización de Eletrobras, decida aumentar en la factura de la luz, como aseguran sus opositores y algunos analistas.
“Las facturas de electricidad serán aún más caras. Pero los que no saben gobernar intentan vender empresas estratégicas, y encima corriendo para vender a precio de saldo”, manifestó en Twitter este jueves el expresidente izquierdista Lula da Silva, líder en los sondeos.
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