Las autoridades de la ciudad con problemas crónicos de violencia policial en Brasil, Río de Janeiro, implementarán cámaras en los uniformes de los agentes, una medida con resultados alentadores en ese país, pero en ningún caso un remedio contra los abusos, según expertos.
Brasil tiene una de las instituciones policiales que más mata y muere en el mundo, en 2021 hubo más de 6.100 víctimas fatales en operaciones policiales y 183 agentes fueron asesinados, según el proyecto Monitor de la Violencia.
«La Policía actúa con poca transparencia en Brasil y cuando hay un tiroteo y alguien muere, la respuesta inmediata es ‘nos atacaron durante una operación, respondimos y matamos a los agresores’ (…) Salvo excepciones, no hay una rendición de cuentas», declaró el investigador senior para Brasil de Human Rights Watch, César Muñoz.
De unos ocho por seis centímetros, dependiendo del modelo, las cámaras acopladas al pecho de los uniformes son cada vez más utilizadas en estados como Sao Paulo (Sudeste) y Santa Catarina (Sur), según reporte del portal France 24.
Según datos oficiales, los enfrentamientos se redujeron al 87 por ciento entre las unidades que desde 2021 emplean cámaras. En Sao Paulo también se implementó otras medidas, como el uso de armas no letales.
En Santa Catarina, un estudio académico comprobó que los dispositivos redujeron más de 60 por ciento el uso de la fuerza policial desde 2019.
El uso de las cámaras también mejoró el registro de algunos delitos, como los de violencia doméstica, que fueron reportados por los agentes con mayor precisión.
Limitaciones
En América Latina, esta herramienta se aplicó también en países como México para combatir la corrupción entre sus agentes y en Chile para vigilar la actuación de sus carabineros. Colombia anunció un plan piloto en Bogotá.
En Brasil, su éxito dependerá en parte de cómo se apliquen, indicó la directora de Investigación del Instituto Igarapé, Melina Risso, especializada en seguridad pública.
En Río de Janeiro, la Policía Militar explicó que las cámaras también grabarán automáticamente y las imágenes serán almacenadas por 90 días, entre otros protocolos que serán ajustados a medida que el programa se ponga en práctica.
/MDCB