Medidas disciplinarias inmediatas, es la petición de los parlamentarios conservadores que solicitaron al primer ministro Boris Johnson, este viernes, después de descubrir a un diputado de sus propias filas mirando pornografía en la Cámara de los Comunes.
Aunque la identidad del parlamentario no se hizo pública, fuentes de Westminster confirmaron que internamente se sabe quién es. El líder de la oposición laborista, Keir Starmer exigió al primer ministro que haga algo al respecto.
Este es un caso inusual, señaló Starmer, ya que saben quién es este individuo y deberían tomar medidas ahora.
“Todos tenemos la responsabilidad de cambiar la cultura en el Parlamento”, exigió.
El nuevo escándalo llega después de que el Mail on Sunday publicó hace unos días que los parlamentarios conservadores creían que la líder adjunta del Partido Laborista, Angela Rayner, cruzaba y descruzaba las piernas adrede para distraer al Primer Ministro.
Según Westminster el ministro Johnson, se ha mostrado poco firme con la situación y aunque reconoció que es obviamente inaceptable que alguien haga ese tipo de cosas en el lugar de trabajo, pidió que se sigan los procedimientos adecuados para una investigación.
Las reacciones a estos hechos no tardaron en llegar de los ciudadanos y parlamentarios.
“Hubo varios casos de comportamiento inapropiado y sexista recientemente en el Parlamento”, escribió en su cuenta de Twitter el ministro de Sanidad, Sajid Javid, quien manifestó que esos actos son muy vergonzoso y apuntó que los parlamentarios son servidores públicos y es su deber dar ejemplo de carácter e integridad.
Por su parte, la fiscal general, Suella Braverman, declaró que algunos parlamentarios se comportan como animales.
“En realidad es un síntoma preocupante de nuestra sociedad y nuestra cultura. ¿Cómo hemos llegado a un lugar en nuestra sociedad en el que ver pornografía en el metro, en público, frente a los niños, en el Parlamento, en el lugar de trabajo, sea algo normal para algunas personas?”, preguntó en un programa de la BBC.
Reconoció que en dos décadas de carrera todos los hombres con los que trabajó fueron respetuosos, corteses y comprensivos, sin embargo, observó a algunas “manzanas podridas”, quienes están fuera de lugar y se comportan como animales y desacreditando al Parlamento.
“Como todo el mundo, estoy conmocionada y horrorizada. No estoy al tanto de los detalles”, manifestó, pero me sigo preguntando cómo y por qué alguien podría ser tan descarado, tan imprudente, tan estúpido, como para estar viendo pornografía en el lugar de trabajo, a plena luz del día, en presencia de sus colegas, aseveró.
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