Neymar ya no es intocable en París. Ni el PSG ni, sobre todo, Catar, están satisfechos con el rendimiento del brasileño durante los últimos años y su salida ya no es una cuestión imposible. Sin embargo, el alto salario que percibe el mediapunta en la capital francesa es el principal obstáculo de su salida la próxima temporada.
Aparte del Newcastle, recién adquirido por un Fondo de Inversión saudí, no hay ningún otro equipo en Europa que, actualmente, pueda afrontar las desorbitadas pretensiones económicas de Neymar. Hace tan solo un año, el PSG le renovaba hasta 2025 sin ser consciente de que su rendimiento, unido a las continuas lesiones que ha sufrido, iba a caer en picada en apenas 12 meses.
Esta temporada, el exjugador del Barcelona fue uno de los grandes señalados en la prematura eliminación de Champions del PSG, llegando a recibir fuertes insultos por parte de su afición durante el encuentro del mes pasado contra el Burdeos en el Parque de los Príncipes.
En cinco años de Neymar en París, el PSG ha desembolsado 500 millones de euros en el astro brasileño, contando el monto de su traspaso, salario y, además, contratos de patrocinio. Cifras que, evidentemente, no han sido amortizadas pese al gran rendimiento que dio durante la temporada 2019-2020, guiando al PSG a su primera -y única- final de la Champions League, perdida contra el Bayern. Qatar sigue intentando ver la fórmula para que salga en verano, pero la realidad es que, ahora mismo, no hay ni una sola oferta por el futbolista y el fuerte desembolso que supondría ficharle aleja a los grandes clubes europeos de realizar la operación.
