En Bolivia, ya suman 28 los casos de feminicidio en lo que va del año, este tipo de crímenes va en aumento, según reporte de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv), La Paz ocupa el primer lugar y aparentemente no existe instancia que logre frenar este mal de la sociedad y tal parece que todo esfuerzo es vano.
El director de la Felcv, Mario Medina, informó que los casos de feminicidio ya suman 28 en lo que va del año, el 50 por ciento de los ilícitos en La Paz. Los recientes tres casos se reportaron antes de culminar la semana anterior en la sede de Gobierno.
De acuerdo con el estudio denominado “Los rostros de la violencia de género”, publicado a mediados de 2021, Bolivia ocupa el tercer lugar entre los países de América Latina y el Caribe con las tasas más altas de feminicidio: 2.3 por cada 100 mil mujeres, solo precedido por El Salvador y Trinidad y Tobago.
“Esto nos muestra que Bolivia está en un tercer lugar al nivel de los países centroamericanos, considerados los de mayor violencia contra las mujeres, a gran distancia de México o Brasil, que son más cercanos y que si bien presentan un número elevado de feminicidios, tienen tasas más reducidas (1,4 y 1,1, respectivamente)”, declaró la investigadora a cargo del estudio, Marlene Choque.
En relación al victimario, la investigación confirma que los feminicidios son cometidos por personas con vinculación íntima y sentimental, es decir, esposo, concubino, novio y expareja, al menos en el 65 por ciento de los casos.
“Como organizaciones de mujeres, seguimos esperando la propuesta de modificación de la Ley 348 que, si bien no resolverá las problemáticas estructurales de la violencia en Bolivia, sí mostraría una verdadera voluntad política de lucha contra la violencia, dando respuestas inmediatas a esta problemática y de acceso a la justicia para las mujeres que sufren violencia”, señaló la directora ejecutiva de un grupo de activistas por los derechos de la mujer, la coordinadora de la Mujer, Mónica Novillo.
De acuerdo a esa red, en 2015 se registraron 110 feminicidios; en 2016, 111 feminicidios; en 2017, 109 feminicidios; en 2018, 128; en 2019, 117 feminicidios; en 2020, 113 y en 2021, 108 feminicidios haciendo un total de 796, según reporte del portal Innovapress.
La Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw), realizada desde 1979, ya identificó la necesidad de modificar los roles tradicionales de los hombres y las mujeres en la sociedad y la familia y establece la responsabilidad de los Estados por la discriminación que sufren las mujeres, en consecuencia, los feminicidios.
Asimismo, la Comisión Legislativa para Casos de Feminicidio indicó que el 37,8 por ciento de los casos, es decir, solo en cuatro de cada diez, se determinó una sentencia contra los criminales.
Estas cifras fueron tema de crítica del relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la Independencia de Jueces y Abogados, Diego García Sayán, quien fijó que entre el 2013 y el 2021 se suscitaron 869 feminicidios, un promedio de uno cada tres días y medio, y de los que sólo un 31 por ciento llegó a sentencia.
Recientemente, el Gobierno estructuró la Comisión de Revisión de casos de Violación y Feminicidio que, si bien develó a todo un consorcio de jueces, fiscales y abogados que operaban cooperando con los criminales, no logró «frenar» la agresión a las mujeres.
“Se busca evitar que las personas que cometieron delitos de violación e infanticidio salgan libres”, señaló entonces la ministra de la Presidencia, María Nela Prada.
Dicha autoridad anunció la creación de un Observatorio de Justicia y Género que comenzó a implementarse con instancias técnicas que genera y analiza información recogida por el Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que permitirá a las instituciones involucradas en la lucha contra la violencia hacia la mujer intercambiar información alertas y espacios de diálogo, pero hasta ahora poco o nada se conoce de ello.
Finalmente, el feminicidio es la forma de violencia más extrema ejercida por los varones sobre las mujeres y en la mayoría de los casos es acompañado o precedido de otras formas de violencia.
En Bolivia, este delito es tipificado en el artículo 252 del Código Penal, incorporado mediante la Ley 348.
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