Se trata de Tony Chung, de 20 años, quien es el activista más joven y condenado a tres años y medio de prisión, este martes, en virtud de esta legislación, impuesta en junio de 2020 por autoridades de Pekín, y la cual permite amordazar cualquier disidencia en este centro financiero, antes considerado como un lugar privilegiado de la libertad de expresión.
A principios de noviembre el joven se declaró culpable del cargo de «secesión» y otro de «blanqueo de dinero», al tiempo que declaró, con provocación, que «no tenía nada que reprocharse».
Tony Chung era el jefe de una asociación estudiantil, Student Localism, fundada en 2016, la cual reclamaba la independencia de Hong Kong, según reporte del portal informativo RFI.
Desde Pekín, impusieron esta ley de seguridad nacional para poner fin a las inmensas y a menudo violentas manifestaciones que “sacudieron” la ciudad en 2019. Student Localism fue disuelto horas después de su entrada en vigor.
Las autoridades acusaron a Chung de haber seguido operando la asociación con la ayuda de militantes extranjeros y de haber solicitado donaciones a través de PayPal, lo cual, según ellos, constituye blanqueo de dinero.
La Fiscalía de esa región afirmó que la asociación publicó más de mil mensajes en las redes sociales en los cuales se pedía, entre otras cosas, que se «eliminara el régimen colonial comunista chino» y se «construyera una República de Hong Kong».
Algunos de los mensajes citados por los fiscales se remontan a un período anterior a la entrada en vigor de la ley de seguridad nacional, pese a que las autoridades de Hong Kong afirmaron que no sería retroactiva.
Este martes, uno de los jueces elegidos por el Gobierno para juzgar casos de seguridad nacional, Stanley Cha afirmó que la intención criminal de Chung era «clara para todos», tanto en las redes sociales, como en las entrevistas, los puestos de la calle y las escuelas.
Finalmente, el joven militante ya realizó más de un año de detención después de ser arrestado a finales de octubre de 2020 por policías vestidos de civil, a pocos metros del consulado de Estados Unidos al que deseba solicitar asilo.
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