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¡YA BASTA!

Entrada magestuosa del "Diabladazo Patrimonial" \ LA PATRIA
México es conocido a nivel mundial por sus MARIACHIS. Eso es indiscutible.

Por: Juan Joffre


México es conocido a nivel mundial por sus MARIACHIS. Eso es indiscutible.

Cuando en 1977 visité Bogotá, Colombia, me llamó mucho la atención que afuera de
los restaurantes, night clubs y bares, había mariachis tocando y cantando música
mexicana, como “un gancho” para que la gente pase a esos locales.

En Bolivia también siempre se ha apreciado mucho a la música mexicana, pero en esos tiempos, no a ese extremo; es probable que en Santa Cruz ya había mariachis en 1977 y en Oruro, no.

Pero las cosas cambian con el tiempo y cuando en 2006 vi el programa de
actividades para conmemorar el Centenario de la Facultad Nacional de Ingeniería, me
llamó mucho la atención leer, que el amanecer de ese magno día, el 3 de Julio, sería
saludado nada menos que ¡con mariachis! Naturalmente desde aquí hice mi
reclamación a mis compañeros de la FNI, pero ellos simplemente se rieron.

El mariachi gusta mucho a cualquiera. Hay mariachis en cualquier rincón del mundo,
pero nadie dice que el mariachi es peruano, chino o rumano. Su música y su
vestimenta son copiadas y usada en todas partes. Pero el Mariachi es mexicano y
punto.

Las cinco diabladas de Oruro alegraron e hicieron retumbar la Avenida Cívica \ LA PATRIA

Cuando en 1964 visité el Perú con la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, de
Oruro, Bolivia; nuestra música, nuestra danza y nuestros disfraces, gustaron mucho a
los peruanos y por allá en esos tiempos no se sabía para nada ni de diablos, ni de
morenos, ni de caporales, mucho menos de tinkus, ni de kusillos.

Las actuaciones de la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada estuvieron entre las
principales de “la tradicional” evocación del Inti Raymi, la famosa festividad del Cuzco,
que en 1964, se celebraba por vigésima vez. En esa ocasión, el Centro Coscco de Arte Nativo nos hizo una cordial y amistosa invitación a ver una demostración de su
rico folkore.

Pudimos constatar que a pesar de ser un hermoso y rico folklore, allí no
había nada de diablos, ni morenos, ni kusillos, ni tinkus, ni caporales. Lo más cercano
a lo nuestro era una danza muy parecida a la llamerada.

Japón es un gran admirador, seguidor y practicante de la música boliviana, allá bailan
el tinku y son fanáticos seguidores de los Kjarkas. Lo mismo ocurre en Europa y en los Estados Unidos de Norteamérica.

Los disfraces, las caretas, las danzas, la música del folkore boliviano impactan muy
gratamente a cualquier persona y gustan, se pegan y uno quiere escuchar, ver, bailar
cada vez más.

Es ahí donde nace la imitación, que siendo natural y más aun tratándose de folklore, es aceptable y, como dijo un célebre folklorista boliviano, “si les gusta, que la bailen, que la copien, que la difundan;… pero que no se atrevan a decir que ellos la inventaron”.

“Folklore es el conjunto de expresiones culturales tradicionales de un pueblo, es
también la disciplina que se encarga del estudio de estas materias. La palabra folklore
está formada por «folk», que significa pueblo y «lore», que significa acervo o saber.

Por tanto, folklore es la expresión de la cultura en todas sus manifestaciones: la artesanía y la medicina popular, las historias orales, las leyendas, los chistes y los refranes, la música y la danza, las creencias y supersticiones, así como ciertos ritos y costumbres, entre muchas otras cosas” (Wikipedia, internet).

Estupendos trajes lucieron los danzarines en el «Diabladazo» \ LA PATRIA

El folklore es parte del patrimonio colectivo de una comunidad, que ha venido
desarrollándose de manera espontánea a lo largo de los siglos y siendo trasmitido
oralmente de generación en generación. De allí que el folklore se considere parte
fundamental de la identidad cultural de un pueblo o nación.

Es también necesario hacer notar que el fenómeno de la globalización está
amenazando al mundo con reducir o desaparecer los rasgos distintivos de las culturas
locales en favor de una cultura global.

Es por eso que ahora adquiere muchísima mayor importancia para nosotros los
bolivianos que la UNESCO, a principios de este siglo, en el año 2001 haya
declarado al Carnaval de Oruro, como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de
la Humanidad.

Admiración, respeto y honor a todos los bolivianos quienes hicieron
esto posible, entre ellos fue destacable la labor de la Fraterna Zulma Yugar.

Por tanto, que en otros países copien nuestro folklore, que lo bailen, que toquen
nuestra música donde sea, que formen conjuntos similares,… pero que no se atrevan
a decir que ellos lo inventaron.


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