Tras los hechos acontecidos en el aniversario de Santa Cruz, la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, pidió el miércoles reciente no politizar el uso de la whipala, y dijo que es un símbolo representativo de los 36 pueblos indígenas del país, además convocó a la población y a las autoridades del país a promover la unidad entre los bolivianos y el respeto a los símbolos patrios. Asimismo, defendió al vicepresidente David Choquehuanca, a quien no le dejaron hacer uso de la palabra en los actos por la gesta libertaria de esa región.
“Mi solidaridad con el Vicepresidente, porque él es aymara como nosotros y no vamos a permitir que nadie le falte al respeto. (…) Así como nosotros respetamos a las autoridades electas en Santa Cruz, esas autoridades también tienen que respetar a las autoridades elegidas por el pueblo boliviano», señaló.
Manifestó que le preocupa mucho lo ocurrido en la ciudad cruceña.
“Quiero decirles que no se equivoquen, la wiphala no es de un partido político, es del pueblo, es de esos 36 pueblos indígenas originarios campesinos, es nuestro, no confundan ni politicen este tema y que las autoridades hagan lo que tengan que hacer», expresó Copa.
Añadió también que el patujú, la tricolor y la kantuta son símbolos patrios que están en la Constitución Política del Estado (CPE), “son nuestros símbolos y no manejemos estos símbolos como si fueran trapos que no tienen ningún tipo de sentido o respeto ¿Dónde está el civismo con el cual nos educaron?”, cuestionó la primera autoridad alteña.
En ese sentido, sostuvo que la educación de las nuevas generaciones debe estar concentrada en el lenguaje de la paz para todos nosotros (…) no para que vayan a agredir a nuestros hermanos, no para que insulten al otro ni para que agredan o discriminen, reportó Los Tiempos.
“Lo que busca el ciudadano de a pie es reactivar la economía, oportunidades de vida, generación de empleo, salud y educación», indicó.
En el acto de la conmemoración de la gesta libertaria cruceña en la plaza 24 de septiembre se vivieron momentos de tensión. Grupos que respaldan al Gobierno llamaban “golpistas” al gobernador Luis Fernando Camacho, mientras los simpatizantes de la autoridad regional vitoreaban “fraude”.
Camacho argumentó en ese entonces que no podía darle la palabra a una persona (a Choquehuanca) que viene a hablar de golpe de Estado.
Mientras que desde el Movimiento al Socialismo (MAS) calificaron el hecho como “racista y discriminador”, por su lado opositores afirmaron que los oficialistas no respetaron el protocolo.
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