El River Plate dirigido por Marcelo Gallardo no está acostumbrado a los cachetazos que recibió en este último tiempo: dos eliminaciones contra Boca, algo inédito para el “muñeco”, y la goleada contra Atlético Mineiro, que por primera vez en cinco años, lo dejó sin semifinales de la Copa Libertadores.
Hasta el momento el 2021 de Gallardo, que tiene contrato hasta fin de año, está por debajo de su media histórica de puntos, que es de 61.5 por ciento. Sobre 34 partidos, entre Copa Liga Profesional, Copa Argentina, Copa Libertadores y Liga Profesional, tiene una eficacia del 54%, producto de 15 victorias, 10 empates y 9 derrotas.
La partida de Nacho Fernández a comienzos de año, la salida del goleador Rafael Santos Borré y ahora la de Gonzalo Montiel fueron bajas sensibles, que no pudieron disimularse, al menos hasta acá, con los arribos de Agustín Palavecino, Enzo Fernández, Alex Vigo, José Paradela, Agustín Fontana y Braian Romero.
Ahora, el gran desafío que se plantea, tras el golpazo en Brasil, es elevar la vara y quedarse con el torneo doméstico, lo que le permitiría a Gallardo ganar su primera liga y a clasificar al equipo a la Libertadores del año próximo.
Ya sin Copa Argentina, donde lo sacó Boca por penales -también le ganó por la misma vía en la Copa Liga Profesional pasada, cuando River jugó en medio de un brote de Covid-19-, el “muñeco” y compañía apuestan todo a la Liga Profesional.
OTRA CHANCE
Si no sale campeón de la Liga Profesional, River Plate podría lograr su boleto al máximo certamen continental por la tabla anual, que suma los puntos del actual torneo con los de la pasada Copa Liga Profesional.
Hoy el “millonario” está séptimo y clasifican los primeros tres, sin contar a Colón, que ya está adentro. Tres puntos distancian al equipo de Gallardo de los puestos de clasificación.
