El fiscal en lo Penal Económico de Argentina, Claudio Navas Rial sumó el lunes 26 de julio como imputado en la causa por presunto contrabando agravado al país durante la gestión de Mauricio Macri al exagregado de Gendarmería Adolfo Héctor Caliba.
El exagregado es acusado de supuestamente coordinar con la Policía Boliviana el envío de elementos represivos para realizar un supuesto “golpe de Estado” en 2019.
Navas Rial pidió al juez Javier López Biscayart que investigue a Caliba, cuyo nombre apareció luego de una ampliación de la denuncia presentada el miércoles 21 de julio por la ministra de Sehuridad, Sabina Frederic el ministro de Justicia, Martín Soria y la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) Mercedes Marcó del Pont.
En este expediente se encuentran imputados, desde el 16 de julio, el expresidente de Argentina Mauricio Macri; sus ministros de Seguridad y Defensa, Patricia Bullrich y Oscar Aguad; el entonces embajador en Bolivia Normando Álvarez García; el exdirector general de la Gendarmería Nacional Gerardo José Otero; y los entonces directores de Logística y Operaciones de esa fuerza, Rubén Carlos Yavorski y Carlos Miguel Recalde, entre otros.
Prueba que implica a Caliba
El exagregado y jefe de la misión militar en Bolivia, Miguel Alonso ante las autoridades del Ministerio de Defensa el 16 de julio presentó un informe. Esta persona señaló que estuvo el 13 de noviembre de 2019 en el aeropuerto de El Alto esperando el Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina.
Con él estaba el entonces embajador Álvarez García, dos secretarios de la representación diplomática, personal de la embajada y los familiares que iban a ser evacuados en ese vuelo de regreso.
Alonso indicó que fue Caliba quien estuvo a cargo del desembarco del personal y el equipamiento de la Gendarmería, mientras que él junto con el embajador Álvarez García, acompañaron a los familiares para su embarque.
Cuando Caliba dijo que estaban listos, todos subieron a un minimicro. El relato le da a Caliba una voz de mando sobre el material y los gendarmes, mientras que el agregado militar se muestra como parte de la comitiva.
El 17 de noviembre de 2019, Caliba le envió una nota a Otero en la que decía que ese día había participado de una reunión convocada por la “nueva conducción” de la Policía de Bolivia. Ese encuentro fue presuntamente coordinado por el subcomandante de la fuerza Claudio Zenobio Espinoza Luna. Allí, explicó Caliba, el tema a tratar fue la “posibilidad de colaborar cada institución con la provisión de agentes químicos contra disturbios, en razón de que se les está acabando su stock”.
Según Caliba informó a su superior, dijo en la reunión que la Gendarmería estaba en tratativas de adquirir el material y le sugirió orientar el pedido hacia el Ministerio de Seguridad de Bullrich a través de la embajada.
El fiscal Navas Rial, al igual que el gobierno argentino, señalaron que Caliba buscó, con la nota del 17 de noviembre de 2019, darle una justificación a la entrega de pertrechos había sido anterior. De todas formas, ese documento revela que los supuestos pedidos de proyectiles por parte de la Policía de Bolivia existieron.
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