El tarijeño Ciro Alejandro Zeballos Claure, un joven de 24 años egresado de la carrera de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” de Tarija, fabricó un dispositivo que transforma el lenguaje de señas en audio a través de parlantes. El trabajo fue galardonado en diferentes concursos de innovación y tecnología.
Lo que motivó a Zeballos es poder ayudar a que las personas con discapacidad auditiva se comuniquen con el resto de la población con mayor facilidad.
Comenzó a trabajar en el proyecto en 2016, desde entonces fue mejorando y perfeccionando el dispositivo. Actualmente tiene diez sensores para cada dedo de las manos, los cuales convierten los movimientos en señales eléctricas que funcionan a través de una unidad de control y así las traduce en palabras habladas a una velocidad de palabra por segundo.
Su objetivo es desarrollar un dispositivo totalmente inalámbrico y que además de tener la lengua de señas boliviana completa, también pueda reconocer señas internacionales.
“Me gustaría que esto llegase al mundo”, afirmó Ciro en contacto con el diario Los Tiempos.
Ante esa situación desea finalizar los prototipos dos y tres, además desarrollar un aparto cien por ciento funcional que cumpla con los estándares a nivel mundial.
“La motivación más grande que he tenido para elaborar este proyecto fue ayudar a las personas con discapacidad auditiva, porque existe una barrera de comunicación de ellos con nosotros, los oyentes. Tuve la oportunidad de convivir con esta población y sé que este dispositivo significaría un gran cambio de su estilo de vida porque les permitirá reintegrarse con la sociedad y así poder comunicarse con todos”, manifestó Zeballos.
Trayectoria del proyecto
En 2016 obtuvo el primer lugar en el evento del “Startup Weekend”, desarrollado en Tarija, que invita a estudiantes a presentar una idea o emprendimiento para que sea desarrollado.
Posteriormente, en 2019, Ciro presentó un dispositivo mucho más elaborado y respaldado con una investigación rigurosa.
Esa nueva presentación le permitió ganar el tercer lugar en el “Falling Walls Lab 2019”, un evento realizado por la Embajada Alemana. Tras ese logro, la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” de Tarija apoyó su trabajo financiando la construcción del primer prototipo.
Ciro señala que el próximo paso es la recopilación y adición de datos, es decir que invitará a personas con discapacidad auditiva para que utilicen el dispositivo y de ese modo el aparato capture la mayor cantidad de señas.
Asimismo, explicó que tiene planteado que el dispositivo final, debe ser inalámbrico, como «ponerse uñas postizas».
“Aún no se han hecho pruebas con personas sordas, puesto que cuando se desarrolló el dispositivo nos tocó la pandemia, debido a ello se retrasó este tipo de pruebas y por ahora vamos a esperar hasta el siguiente año, cuando exista la mayor cantidad de personas vacunadas y así comenzar con las pruebas y adquisición de datos masiva con personas sordas”, relató.
Finalmente subrayó que su objetivo es presentar el dispositivo final en 2022.
“Me gustaría presentar un dispositivo totalmente funcional, acorde a su aplicación y comenzar a ver la forma de que el mismo pueda ser difundido, entregado o comercializado de tal forma que llegue al sector de mayor necesidad, que son las personas con discapacidad auditiva”, señaló.
Según el censo 2012, en Bolivia existe una población sorda de 50.562 habitantes que corresponde alrededor del 0.5 por ciento del total de la población nacional.
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