Desde este lunes 21 de diciembre entran en vigor las nuevas medidas aprobadas por el Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra dentro del plan «Todos por la vida».
Entre las disposiciones asumidas por el COEM (Comité Operativo de Emergencia Municipal) se establece la prohibición para el funcionamiento de bares, discotecas, billares, balnearios, piscinas y saunas.
Ante las nuevas restricciones durante la mañana de este lunes, miembros de la Asociación 1 de agosto, protestaron fuera de la
Alcaldía para pedir que se revise la norma y no se les prive de su derecho al trabajo. La asociación aglutina a dueños de bares, billares y rockolas de la ciudad.
La misma demanda tiene Soproleba, que aglutina a los locales formales de la capital cruceña. El presidente de la mencionada organización, Juan Carlos Nina, dijo que «el pedido de su sector es el mismo» de aquellos que han salido a las calles a protestar, aunque ellos todavía no se han movilizado.
Para el dirigente, falta un mayor diálogo con las autoridades para que entiendan al sector y sus necesidades.
Nina se mostró sorprendido por las disposiciones asumidas por el municipio toda vez que «hemos cumplido todos los protocolos que nos han planteado». Además, señaló el perjuicio que supone para ellos las restricciones de trabajo durante el fin de año.
Es cierto que levantan también una crítica interna ya que «muchos de los propietarios de locales de expendio de bebidas alcohólicas son ilegales y no están cumpliendo con todo, y están abusando del horario o del aforo». Remarca que en esta parte «le damos la razón al gobierno municipal».
Advierte que tampoco, por esos incumplimientos, el sector legal, que ha cumplido las normativas durante la cuarentena «estemos metidos en el mismo saco». Apuesta al diálogo con las autoridades para que comprendan también las necesidades del sector y no se los castigue nuevamente.
/MVSG/