En Bolivia hay casi un millón de niños trabajadores una cifra que alarma y son reportados por la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) como el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El último censo realizado por el personal de la DNA fue en 2018 y los datos sobrepasan la atención que las autoridades deberían tomar en cuenta para proteger a este grupo vulnerable. Se estima que la cantidad de niños trabajadores se ha triplicado, hecho corroborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que estableció que hay 848.000 niños trabajadores en el país, solo hasta el 2018, cifra que se amplió para esta gestión.
Las niñas representan el 72% de los trabajadores infantiles domésticos, y al menos tienen entre 5 y 11 años.
Los menores están expuestos a accidentes de tránsito, robo, rapto y agresiones sexuales, además de ser explotados laboralmente día a día.
El 20 de noviembre se celebró el Día Universal del Niño y se conmemoran los aniversarios de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989).
Esta Convención, la más universal de los tratados internacionales, establece una serie de derechos para los niños y las niñas, incluidos los relativos a la vida, la salud y la educación, el derecho a jugar, a la vida familiar, a la protección frente a la violencia y la discriminación, y a que se escuchen sus opiniones.
“El trabajo infantil constituye una violación fundamental de los derechos humanos (…) En este día mundial queremos dejar patente que no hay lugar ni excusas para el trabajo infantil en el trabajo doméstico, ni en ninguna otra forma de trabajo”, manifestó el director general de la OIT, Guy Ryder.
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