El Ministerio Público del Estado Plurinacional de Bolivia ayer en la noche allanó una de las residencias del expresidente Evo Morales en la zona Sur de La Paz, en el marco de la investigación por los delitos de sedición y terrorismo en los que supuestamente estaría involucrado.
Según un informe preliminar de la Policía, en dicha infraestructura se encontró documentación relacionada con actos de sedición.
“Evidentemente se ha cumplido con el allanamiento por orden judicial, por el cual el día de hoy (ayer) por vecinos de esta zona de Achumani calle 31 se ha podido dar con el paradero de este bien inmueble denominado casa Evo Morales”, comunicó el fiscal de materia, Rudy Terrazas, a la agencia de noticias ABI.
El jefe de la División Propiedades de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Luis Fernando Guarachi, indicó que dentro del inmueble se encontró ropa del exmandatario, equipos de gimnasia, aparatos para realizar ecografías, así como también se halló documentación, una laptop y una computadora de escritorio, que actualmente están siendo custodiadas para la pesquisa.
Terrazas por otra parte señaló que esta casa será precintada con fines investigativos y que un notario de Fe Pública realizará un registro e inventario de los objetos que se encuentran en el interior.
Sin embargo, el expresidente Evo Morales por medio de su cuenta oficial de Twitter mostró su molestia y señaló “Después del golpe de Estado, obligaron a sacar regalos de la Residencia (presidencial), por lo que fueron trasladados por colaboradores al departamento donde vivía en La Paz en anticrético, a la espera de su traslado al Museo de Orinoca. Hoy lo allanaron como una muestra del abuso con que actúan”.
Asimismo, Morales minutos antes compartió otro Twitter indicando “Sigue la persecución política: las semanas pasadas asaltan mi casa en Cochabamba roban y queman mis pertenecías”.
ANTECEDENTES
Los pasados meses, en el territorio boliviano se vivieron momentos de tensión, enfrentamientos, convulsión social y una fuerte crisis política, debido a los resultados que presentó el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de las elecciones generales del 20 de octubre, en los que salía ganador en primera vuelta el binomio del Movimiento Al Socialismo (MAS) Evo Morales – Álvaro García Linera.
Sin embargo, debido al descontento de la población y supuestas pruebas que comenzaron a circular por redes sociales, el gobierno de Morales, se vio en la obligación de realizar una auditoria con agentes exteriores, pidiendo la ayuda de Organización de Estados Americanos (OEA).
Este ente internacional presentó públicamente un informe preliminar de dicha auditoria, en el que señalaba que los comicios electorales del 20 de octubre estaban “viciados de nulidad”, además de que se encontraron “graves irregularidades”; dicho documento desató una ola de convulsión social en Bolivia, lo que ocasionó la renuncia de Evo Morales y toda su comitiva, así como de varias autoridades afines al MAS.
Los enfrentamientos en el territorio boliviano a raíz de unas elecciones “viciadas de fraude”, dejó el saldo de 34 personas fallecidas y algo más de 832 heridos, según indicó la Defensoría del Pueblo.
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