La ciudad de Oruro fue fundada hace 413 años, el 1º de Noviembre de 1606, con el nombre de la Muy Noble y Leal Villa de San Felipe de Austria, por el oidor Manuel de Castro Castillo y Padilla, hoy los orureños celebran ese hecho histórico.
En medio de conflictos políticos, los orureños le rinden homenaje a su tierra 
Hace 413 años se fundaba la Villa de San Felipe de Austria, hoy Oruro
Antes de la fundación, Castro y Padilla llegó a Oruro para verificar este poblado conocido previamente como el asiento de minas San Miguel de Oruro; levantó los datos necesarios de los habitantes y viviendas y posteriormente los envió hasta España.
Luego de esto, el Rey Felipe Príncipe de Austria, remitió las «Cédulas Reales y Escudo de Armas» para que se funde la ciudad de Oruro. Es así que en un soleado día, se procedió con los actos protocolares.
El Oidor Manuel de Castro y Padilla, en representación del Rey de España, acudió a la Iglesia Mayor y se ubicó delante del Altar Mayor; ahí se arrodilló en un almohadón de terciopelo y durante la misa especial programada para la fundación de la Villa, prestó juramento ante el vicario Martín Usúnsulo, con la mano sobre el Libro de los Evangelios.
Tras ello, levantó el estandarte tres veces, profiriendo el nombre de la ciudad: «La muy noble y leal Villa de San Felipe de Austria, del Rey don Felipe, nuestro soberano, de sus sucesores en la Corneta de León y Castilla y el Perú, a quien los guarde muchos años».
Luego bajaron a la plaza 10 de Febrero en medio del júbilo y posteriormente se procedió a la delimitación de la jurisdicción de la Villa. El mismo día se eligió a las autoridades como son los alcaldes ordinarios, el alférez real o custodio del estandarte, el alguacil mayor, fiel ejecutor y los regidores, además se designó al Escribano Público y del Cabildo, también al Procurador General y al Mayordomo de Rentas.
DATO CURIOSO
Un año después de la fundación y tras el informe brindado por Manuel de Castro y Padilla en la ciudad de La Plata y ante el mismo Rey, el nuevo Virrey del Perú anuló el acto de fundación y multó a todos quienes lo permitieron.
Sin embargo después de enviar a la villa a un Visitador para verificar si se justificaba tal fundación, ratificó el actuado puesto que las minas eran “rendidoras y provechosas” para la Corona Española.