El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano, afirmó este lunes que las recientes críticas de Evo Morales hacia la política antidroga del gobierno de Rodrigo Paz responden a un “nerviosismo” provocado por el cambio de estrategia estatal.
Según la autoridad, la reactivación de la fiscalización y el retorno de la cooperación internacional están logrando “achicar los espacios de impunidad” en zonas estratégicas como el trópico de Cochabamba. Esto habría desencadenado la reacción del líder cocalero, quien tildó la actual gestión de ser una “monumental mentira”.
Respuesta a las críticas
En respuesta a los cuestionamientos de Morales, quien denunció una supuesta permisividad estatal en la salida de cargamentos al exterior, Justiniano presentó un balance operativo de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn). Informó que, desde el inicio de la nueva administración, se han incautado 2,96 toneladas de cocaína (entre clorhidrato y pasta base) y aproximadamente 90 toneladas de marihuana.
El viceministro subrayó que, a diferencia del pasado, hoy Bolivia ha vuelto a abrir las puertas a agencias extranjeras para colaboración técnica, un factor que considera determinante para los resultados obtenidos.
Producción de hoja de coca
Uno de los puntos más críticos del informe detallado por el “zar antidrogas” se centró en el destino de la hoja de coca producida en el Chapare. Justiniano reveló datos de comercialización que muestran que solo el 8,5% de la producción de esa región ingresa al mercado legal de Sacaba para el consumo tradicional y el acullico.
El restante 91,5% se desvía hacia mercados informales, lo que en términos operativos significa que alimenta directamente la cadena de producción de cocaína en pozas de maceración.
Clarificación sobre cargamentos
Respecto al cargamento de droga hallado recientemente en Chile, que Morales utilizó como prueba de una supuesta ineficiencia actual, Justiniano aclaró la cronología de los hechos para deslindar responsabilidades. Precisó que el contenedor mencionado salió de territorio boliviano en octubre de 2025, periodo en el que el Movimiento Al Socialismo (MAS) todavía ejercía el control absoluto del Estado.
Con esta aclaración, el viceministro devolvió la responsabilidad de la falta de control fronterizo a la administración anterior, señalando que esos cargamentos son “herencia” de la gestión masista.
Compromiso del gobierno
Finalmente, la autoridad enfatizó que la “verdad operativa” del Chapare, sus rutas, mercados y patrones de tráfico es lo que realmente incomoda a la dirigencia cocalera. Aseguró que el Gobierno no retrocederá en su intención de transparentar el uso de la hoja de coca y que se mantendrá la presencia policial para desarticular los laboratorios de cristalización, independientemente de la presión política o los calificativos emitidos desde las redes sociales del expresidente.
