La Federación Departamental de Panificadores Artesanales de Oruro (Fedepanor) ha anunciado que el precio del pan podría experimentar un ajuste a partir de enero de 2026. Esto sucederá una vez que finalice el cuarto intermedio acordado en este mes. Sin embargo, la federación aclaró que cualquier cambio en el precio será consensuado previamente con las autoridades y no se implementará de manera unilateral.
Detalles del ajuste de precios
Rogelio Yave, presidente de Fedepanor, explicó que el sector panificador ha llevado a cabo pruebas técnicas y objetivas sobre los costos de producción. Los resultados de estas pruebas serán presentados de forma notariada ante las instancias correspondientes.
Con esta documentación, la federación planea convocar a una reunión con autoridades municipales, departamentales y nacionales. El objetivo es definir un precio que no afecte negativamente la economía de la población.
Consenso en la fijación de precios
“Nosotros queremos ir siempre conversando y no arbitrariamente salir con un nuevo precio. Nuestro costo real arroja 1 boliviano, pero queremos consensuar un monto que no afecte a la población”, afirmó Yave.
El dirigente confirmó que el plazo para mantener el precio actual expira con el cierre del mes de diciembre. A pesar de que las notas presentadas por el sector aún no han sido recepcionadas debido a la coyuntura, Yave estima que la reunión con las autoridades podría llevarse a cabo en los primeros días de enero. En esta reunión se buscará definir el precio final del producto.

Costo real de producción
En relación a la posibilidad de que el pan llegue a costar 1 boliviano, Yave precisó que esa cifra corresponde al costo real de producción. Según la hoja de costos presentada por la federación, este costo supera incluso los 1.30 bolivianos por unidad. Sin embargo, recordó que históricamente el sector ha propuesto un precio de 0.80 bolivianos, que sigue siendo una referencia en el proceso de negociación.
Mejora en la calidad del pan
Respecto a la calidad del producto, el dirigente garantizó que cualquier ajuste en el precio irá acompañado de una mejora en el gramaje y la calidad del pan. Indicó que el pan de batalla tendrá un peso superior a los 60 gramos, además de un compromiso explícito de la federación para elevar los estándares de elaboración.
Yave también reconoció que el contexto económico actual, que se caracteriza por el aumento de pasajes y otros costos, impacta a las familias orureñas. Por esta razón, el sector panificador no está solicitando que se aplique el precio total que reflejan sus costos de producción.
Mercado y cumplimiento de precios
“Somos conscientes de la situación y por eso estamos manejando un precio menor al que arroja nuestra hoja de costos”, sostuvo.
Sobre el cumplimiento de un precio único, el dirigente aclaró que la federación no tiene la facultad de obligar a todos los panificadores a acatar una tarifa determinada, ya que se trata de un mercado regido por la oferta y la demanda.
Devolución de recursos
Finalmente, Yave informó que el Gobierno procederá a la devolución de los recursos que los panificadores depositaron en septiembre. Esto permitirá avanzar en la disolución formal del convenio vigente hasta ahora, mediante un documento legal.













