El Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia ha dado a conocer la decisión de eliminar la subvención a los combustibles. Además, se implementará una nueva Ley de Hidrocarburos con el propósito de revertir la caída en la producción nacional de gas natural, que se inició en 2015. El ministro Mauricio Medinaceli mencionó que, si las estrategias de exploración y la reforma legal son efectivas, se podría observar un aumento en la producción entre 2027 y 2028.
Medinaceli confirmó que su ministerio está trabajando en una nueva Ley de Hidrocarburos que será presentada al Congreso en los próximos meses. El objetivo es reemplazar la normativa actual por una que sea “lo suficientemente flexible” para atraer capitales extranjeros. Las proyecciones indican que Bolivia podría dejar de ser exportador y convertirse en importador de gas natural hacia finales de esta década.
Acciones del gobierno
El ministro explicó que la intención es modificar la ley para fomentar la exploración, un proceso que puede tardar entre 5 y 7 años. “Si tenemos suerte, en 2027 la producción comenzará a aumentar en lugar de continuar con este proceso de declinación”, afirmó Medinaceli en una entrevista con Correo del Sur Radio. La hoja de ruta del Gobierno para los próximos años se basa en tres acciones inmediatas: reactivación de campos maduros y marginales, impulso a proyectos en marcha y exploración intensiva.
Medinaceli describió la reactivación como “raspar la olla” para extraer los remanentes de pozos antiguos. También mencionó el impulso a pozos con potencial inmediato, como el DMO-X3, que es operado por Petrobras en Tarija. Además, se contempla la exploración intensiva en zonas tradicionales como Tarija, Santa Cruz y Chuquisaca, así como en áreas no tradicionales como La Paz y Pando.
Recuperación de producción
El ministro enfatizó la necesidad de recuperar la producción en Chuquisaca y Cochabamba, departamentos que cuentan con un alto potencial de petróleo y condensados. Criticó la actual ley que aplica un impuesto ciego del 50% a todas las regiones, sin considerar la complejidad de los campos, lo que ha inviabilizado la actividad exploratoria en estas áreas. “Considero que en estos dos departamentos hay un potencial, sobre todo de líquidos, que es necesario explorar con un tratamiento impositivo distinto”, señaló.
Opiniones de expertos
Fernando Rodríguez, un experto en el tema, considera que el fin de la subvención es un paso positivo, pero insuficiente si no se “sincera” el pago por el petróleo producido en el país. Actualmente, el Estado paga alrededor de 27 dólares por barril a las operadoras, mientras que el precio internacional varía entre 55 y 60 dólares. Rodríguez sostiene que nadie invertirá si se arriesga a perder, y que la nueva ley debe ajustar estos precios para hacer atractiva la exploración de líquidos para las empresas transnacionales.
Desafíos en el mercado
Finalmente, Medinaceli reconoció la fragilidad en el mercado del Gas Licuado de Petróleo (GLP). Aunque garantizó el suministro para la población, dejó abierta la posibilidad de que este sea cubierto con importaciones si la producción nacional no se reactiva a tiempo. En cuanto al gas natural, el desafío es mayor; el país está contra el reloj para evitar depender energéticamente del exterior antes de 2030.













