La industria de la construcción en Bolivia ha mostrado un crecimiento del 0,46% durante el primer semestre de 2025, a pesar de la crisis que enfrenta el país. Este crecimiento se produce tras un periodo de estancamiento y caída en 2024, que fue afectado por la inflación y la escasez de insumos. Para finales de este año, se prevé que el crecimiento alcance cerca del 1%. Esta información proviene del Centro de Estudios Económicos y Desarrollo (CEED) de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz).
Según un informe oficial de Cadecocruz, el año 2025 ha sido un periodo de resiliencia para la industria de la construcción y las empresas del sector. Después de un estancamiento que comenzó en 2021 y la caída del 2024, el sector ha comenzado a adaptarse a las nuevas señales del mercado desde 2025.
La escasez de divisas y combustibles, el aumento en los precios de insumos, equipos y materiales de construcción, así como la baja inversión pública en infraestructura en Bolivia, han impactado negativamente en el sector. Esto fue especialmente evidente en el primer semestre de 2024, cuando se registró un índice negativo. Sin embargo, en el primer semestre de 2025, se han observado señales de recuperación, aunque aún son poco significativas, con un PIB del sector que llega al 0,46%. Este indicador es resultado de las inversiones, el trabajo y la persistencia de las empresas constructoras privadas, según el reporte de Cadecocruz.
Impacto de la inflación
La construcción es uno de los principales generadores de empleo en Bolivia. Actualmente, el 19,97% del total de personas empleadas en el país trabaja en este sector, lo que equivale a más de 1,4 millones de trabajadores.
En cuanto a la inversión, que se mide a través de la formación bruta de capital fijo, se registró un crecimiento del 2,93%. En contraste, el resto de la economía sufrió una caída de más del 8%. La formación de capital en la construcción representó el 71% del total en la gestión anterior.
Dificultades del sector
Entre las principales dificultades que ha enfrentado el sector de la construcción se encuentra la escasez de divisas, lo que ha dificultado la importación de insumos y materiales.
La inflación y el aumento de precios han generado una presión considerable en el mercado, afectando la relación entre oferta y demanda. Además, la disminución de los presupuestos de obra pública y su bajo nivel de ejecución han reducido notablemente la inversión. El retraso en los pagos por parte de entidades públicas ha afectado el capital de trabajo de las empresas. Por otro lado, la disminución en el acceso al crédito ha dificultado que las empresas obtengan financiamiento.
El impacto de la inflación ha sido significativo tanto en productos importados como en aquellos elaborados dentro del país. Solo en lo que va del año 2025, la inflación acumulada hasta septiembre ha superado el 20%. Además, la devaluación del boliviano respecto al dólar ha alcanzado casi el 50%. El sector se encuentra en un estado de resiliencia, donde la caída en los permisos de construcción y el consumo de cemento reflejan la incertidumbre por la situación macroeconómica del país. Sin embargo, el crecimiento en las ventas de cemento sugiere una adaptación temporal del sector privado.


Proyecciones para 2026
Durante la gestión 2025, Cadecocruz ha priorizado la agenda urgente de los constructores y ha desempeñado un papel clave para que el gobierno anterior promulgue los Decretos Supremos 5321 y 5452, como una opción inmediata para enfrentar la escalada inflacionaria. Sin embargo, debido a la complejidad en la aplicación de estos decretos, Cadecocruz ha gestionado medidas transitorias urgentes para garantizar la finalización de obras y la continuidad empresarial. Además, ha sido un actor clave en la promulgación del D.S. 5327, que anula la facturación anticipada en obras públicas.
Las expectativas para cerrar este año y para la gestión 2026 apuntan a un crecimiento que podría rondar el 1% anual, aunque esto dependerá de las políticas que implemente el actual gobierno. El escenario presenta variabilidad, con posibilidades de alcanzar crecimientos similares a los previos a la pandemia o caídas que podrían llegar hasta el -3%.
Recomendaciones para el sector
Para impulsar la reactivación y el crecimiento del sector de la construcción, se necesitan varias acciones clave:
- Certidumbre sobre la disponibilidad de dólares.
- Regularización en la provisión de combustibles.
- Implementación de una Ley de Concesiones y Alianzas Público Privadas (APPs).
- Incorporar a Bolivia en el ecosistema de finanzas sostenibles.
- Incentivos para obras sostenibles certificadas con el modelo EDGE.
- Aumento en la inversión pública en infraestructura.
- Desarrollo de proyectos estratégicos como el Hub Viru Viru y el Puerto Busch.
- Incentivos para aumentar el crédito al sector constructor.
- Legislación laboral moderna específica para la construcción.
- Fomento de la inversión en construcción sostenible para el ahorro y la amigabilidad con el medio ambiente.













