El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Economía, ha anunciado la liberación de recursos que provienen de la reducción en la importación de hidrocarburos. Esta medida se ha tomado con el objetivo de priorizar el saneamiento de las finanzas públicas. El ministro José Gabriel Espinoza explicó que se busca enfrentar una deuda que supera los 600 millones de dólares por combustibles que aún están pendientes de pago, deuda que fue heredada de la gestión anterior.
Reducción en la importación
La implementación del Decreto Supremo 5503 ha permitido disminuir en un 30% la importación de combustibles en un lapso de 48 horas. Esta reducción ha generado un ahorro diario de aproximadamente 10 millones de dólares, según lo afirmado por la autoridad.
Una vez que se complete el ciclo de pago de la deuda de 600 millones de dólares, el Gobierno ha diseñado un esquema de redistribución de ingresos. Este esquema tiene como objetivo descentralizar el beneficio del ahorro fiscal. Un informe oficial del Ministerio de Hidrocarburos establece que los ingresos generados por la venta de combustibles se dividirán en dos partes iguales: un 50% para el nivel central del Estado y el otro 50% para los gobiernos subnacionales, que incluyen gobernaciones, alcaldías y universidades públicas.
Nueva política de distribución
Esta nueva política de distribución busca inyectar liquidez directa a los municipios. Esto permitirá mejorar la infraestructura básica, como escuelas y centros de salud. Además, las gobernaciones podrán financiar proyectos de desarrollo local, mientras que las universidades contarán con fondos adicionales para investigación y crecimiento académico. “Estamos hablando de más recursos para que los gobiernos locales puedan responder a las necesidades de la gente”, señala el informe ministerial.
Fin de un modelo insostenible
Para el Ejecutivo, el éxito del Decreto Supremo 5503 no solo se mide por el ahorro directo, sino también por el fin de un modelo económico que consideran insostenible. Al ajustarse los precios a una banda de mercado, se ha frenado drásticamente el incentivo para el contrabando hacia países vecinos. Esto evita que el dinero de los bolivianos termine subvencionando el consumo en el extranjero.
Prioridades del Gobierno
Espinoza enfatizó que la prioridad actual es “limpiar la casa” financieramente. Esto permitirá que, a mediano plazo, el ahorro se traduzca en inversiones tangibles en salud, educación e infraestructura vial en todo el territorio nacional. Esta eficiencia operativa permite al Estado dejar de gastar aproximadamente 10 millones de dólares por día. Estos recursos ahora se están canalizando hacia el pago de las obligaciones millonarias heredadas, que corresponden a compras que Luis Arce no pagó en su momento.
