El papa León XIV denunció la creciente brecha económica durante la última audiencia jubilar del Año Santo 2025, celebrada en la plaza de San Pedro el 20 de diciembre de 2025, ante miles de fieles.
Durante su discurso, el pontífice advirtió que la concentración de la riqueza en manos de “pocos, poquísimos” es una tendencia que se acentúa frente a la indiferencia de los poderosos. Centró su mensaje en la responsabilidad ética sobre los bienes de la creación. “Dios destinó todos los bienes para todos”, recordó, subrayando que la misión de la humanidad es “generar, no robar”.
Indiferencia de los poderosos
El Papa lamentó que quienes ostentan el control económico y político “a menudo no quieren escuchar el gemido de la tierra y de los pobres”. Para León XIV, esta sordera social no es solo una falta de empatía, sino un obstáculo para la paz global. “Lo que amenaza y mata no es fuerza: es prepotencia, es miedo agresivo, es maldad que no genera nada”, sentenció el Pontífice.
Mensaje de esperanza
A pesar del diagnóstico sobre la economía global, el mensaje central del cierre del Jubileo fue la esperanza. El Papa definió esta virtud como “la verdadera fuerza”, capaz de contrarrestar la maldad y generar vida nueva. En su saludo a los peregrinos de lengua inglesa, insistió en que esta virtud es “más poderosa que las amenazas y la violencia”.
Para León XIV, la esperanza no es un concepto abstracto, sino una herramienta de resistencia: “Sin esperanza estamos muertos; con esperanza, venimos a la luz”.
Cierre del ciclo de celebraciones
La audiencia marcó el fin del ciclo de celebraciones sabatinas iniciado por el papa Francisco en enero. Durante el evento, León XIV recorrió la plaza en el papamóvil, rompiendo el protocolo para bendecir niños y conversar brevemente con varios peregrinos.
Compromiso con los pobres
Al concluir, el Papa transmitió un mensaje de continuidad, instando a los creyentes a mantener vivo el “impulso de esperanza” una vez que las puertas santas se cierren. Aseguró que el compromiso con los más pobres debe ser la brújula de la Iglesia en los años venideros.
