El expresidente Luis Arce ha criticado la decisión del gobierno de Rodrigo Paz de eliminar la subvención a los combustibles. Esta medida, según Arce, es perjudicial para la población trabajadora. Su declaración fue difundida desde la cárcel el 18 de diciembre de 2025.
Arce, quien se encuentra detenido preventivamente por presuntos actos de corrupción, advirtió sobre el impacto negativo que esta decisión tendrá en el costo de vida. También mencionó la posibilidad de que surjan conflictos sociales como consecuencia de esta acción.
Rechazo a la medida
El exmandatario expresó su rechazo a la eliminación de la subvención y afirmó que esta acción representa un golpe para la población trabajadora, tanto para quienes tienen un salario como para aquellos que no lo tienen, en áreas rurales y urbanas. Según él, ahora la población enfrentará un aumento en el costo de vida.
Arce ha estado en detención preventiva desde hace una semana, por un periodo de 5 meses, en el marco de una investigación por presuntos hechos de corrupción. Estos están relacionados con desembolsos de un fondo destinado a proyectos indígenas, cuando él era ministro de Economía durante el gobierno de Evo Morales, que se extendió de 2006 a 2019.
Impacto del decreto
El exmandatario señaló que la disposición contenida en el Decreto Supremo 5503 podría haberse implementado de una manera menos agresiva. Sugirió que se podría haber fortalecido la democracia participativa mediante un referéndum y promovido el debate en la Asamblea Legislativa.
Arce advirtió que existen antecedentes negativos de decisiones similares tomadas sin el respaldo social necesario. Esto podría llevar a un deterioro de la paz social y a escenarios de conflicto.
Nuevos precios de combustibles
El decreto aprobado por el gobierno establece que el precio de la gasolina especial será de 6.96 bolivianos por litro, la gasolina premium costará 11 bolivianos y el diésel se fijará en 9.80 bolivianos. Estas nuevas tarifas representan un incremento del 86% en el precio de la gasolina y del 162% en el diésel, en comparación con los precios subvencionados que estuvieron vigentes durante más de 20 años.
La eliminación de la subvención también se acompaña de un aumento en el salario mínimo nacional, que pasará de 2,750 a 3,300 bolivianos. Además, se incrementan los bonos para estudiantes del sistema público y la renta para adultos mayores que no han aportado a la seguridad social.
Consecuencias para la población
Al respecto, Arce indicó que las personas con mayores ingresos deberían asumir el costo del precio internacional de los combustibles. También destacó que el costo para el transporte público debería mantenerse.
Asimismo, advirtió que el aumento en el precio de la gasolina especial y el diésel impactará directamente en los costos de la cadena productiva, encareciendo la producción de alimentos. Esto, a su vez, se trasladará a los precios al consumidor, provocando un aumento considerable de la inflación.
El exmandatario también mencionó que las compensaciones anunciadas por el gobierno son insuficientes frente al incremento del precio de los combustibles y la inflación general.
Advertencias sobre la subvención
“Siempre advertimos que levantar la subvención no iba a resolver ni el problema del abastecimiento de combustibles ni la escasez de dólares”, afirmó Arce. Es considerado uno de los principales impulsores del Modelo Económico Social Comunitario Productivo, aplicado durante su gestión y la de Morales.
Es importante recordar que a finales de 2010, cuando Arce era ministro, el gobierno aprobó un decreto que elevó el precio de los combustibles entre un 57% y un 82%. Esta medida fue revertida tras una fuerte protesta social.
Por su parte, el gobierno ha asegurado que mantener la subvención implicaría en 2026 un gasto de 3,500 millones de dólares, lo que equivale al 6.4% del Producto Interno Bruto (PIB).
