La cotización del dólar virtual, conocido como stablecoin USDT, experimentó un descenso notable este jueves, situándose en Bs 9,14 para la compra y Bs 9,16 para la venta al público en los sitios de referencia.
Este descenso representa la tendencia más significativa de la semana, reduciendo la diferencia con el tipo de cambio oficial del Banco Central de Bolivia (BCB), que se mantiene en Bs 8,80 para la compra y Bs 8,88 para la venta.
Caída del dólar virtual
El valor del dólar virtual alcanzó un máximo de hasta Bs 9,44 en días anteriores. Este 11 de diciembre, comenzó el día en Bs 9,28 y Bs 9,32 (compra/venta), confirmando la caída más importante de la semana alrededor de las 16:30 horas.
Opiniones de expertos
El economista Fernando Romero comentó que, desde la crisis cambiaria que comenzó en 2023, no se había visto una tendencia tan prolongada a la baja del dólar paralelo, que ahora se encuentra cerca de Bs 9. Según Romero, esta divisa está “más cerca que nunca del tipo de cambio oficial”.
Situación del dólar físico
No obstante, el dólar físico (billetes) no refleja la misma tendencia. En Santa Cruz, la escasez continúa, y los cambistas y casas de cambio ofrecían el billete a Bs 9,50 para la compra y Bs 9,60 para la venta en la zona de la Plaza 24 de Septiembre.
Causas de la baja
Entre las razones que explican la disminución del dólar virtual, se destacan la mejora en las expectativas económicas debido al cambio de gobierno, la búsqueda de financiamiento externo (CAF, BM, BID), la reducción de la demanda especulativa, la publicación de una cotización referencial diaria por el BCB, y la recesión económica que genera una menor demanda de divisas.
Recomendaciones para el futuro
Romero advirtió que, aunque la transparencia de datos y la información oportuna “solo la desaceleran”, la crisis requiere de políticas o medidas económicas de reajuste estructurales para su solución.
Además, el experto enfatizó que el financiamiento externo, aunque es necesario a corto plazo para estabilizar la economía, no representa una política sostenible a largo plazo y se debe evitar el sobreendeudamiento público.
