Policías fueron emboscados la madrugada de este miércoles 10 de diciembre en Villa Tunari, en la provincia Chapare de Cochabamba, mientras realizaban un operativo para destruir fábricas de droga, según denunció el Gobierno.
El viceministro antidroga, Ernesto Justiniano, afirmó que la emboscada “no fue algo espontáneo ni una reacción social, sino un hecho organizado y financiado”. Como respaldo, presentó un audio en el que, aparentemente, una persona que habla quechua ofrece dinero a comunarios para que bloqueen el paso de los policías que intervenían su “puesto”.
Crimen organizado
Justiniano sostuvo que, cuando se paga a comunarios para proteger una fábrica de droga, ya no se habla de una protesta, sino de crimen organizado. “El Estado no permitirá que se use a las familias campesinas como escudo humano”, remarcó.
Agresión a los policías
Durante la agresión, los policías fueron atacados con piedras, petardos, machetes y otros objetos, dejando un saldo de 3 efectivos heridos. Además, 3 vehículos terminaron con los vidrios rotos y daños en su estructura.
La autoridad expresó su respaldo a los uniformados y advirtió que agredir a un policía “es atacar a la República, a la Constitución y a las familias bolivianas que quieren vivir en paz”.

Aprehensiones y secuestros
La Policía reportó 7 personas aprehendidas, entre ellas un menor de edad y una persona adulta que habría incitado a esta movilización, así como el secuestro de 3 vehículos y 2 motocicletas.
Reacción de los comunarios
Los comunarios rodearon al personal herido y exigieron la devolución de los precursores y la liberación de los detenidos, lo que obligó a las fuerzas del orden a usar agentes químicos para dispersarlos.














