La justicia iraní ha decidido abrir un expediente judicial contra quienes fueron responsables y organizaron un maratón que tuvo lugar el viernes en la isla sureña de Kish. En este evento, participaron mujeres que no llevaban el velo islámico, lo que la Fiscalía regional consideró como una violación de las leyes y principios religiosos.
El fiscal de Kish, Ali Salemizadeh, declaró la noche del viernes que, a pesar de las advertencias previas, los organizadores de la carrera “no respetaron las leyes y principios religiosos, sociales y profesionales” durante la celebración del evento. Esto se refería específicamente a la participación de mujeres sin hiyab, según lo informado por la agencia Tasnim.
Salemizadeh afirmó que la realización de la carrera “dañó la moral pública”. Por esta razón, anunció que habrá una respuesta “firme, disuasoria y sin indulgencia” contra todos los involucrados, incluidas las autoridades locales de Kish. El fiscal también aseguró que el Poder Judicial actuará contra cualquier “negligencia o falta de atención a las normas”.
Detalles del maratón
El maratón, que se llevó a cabo el viernes, incluyó pruebas de 5, 15 y 42 kilómetros, y reunió a más de 5,200 atletas en las categorías masculina y femenina.
Después de que las imágenes de la competición se difundieron ampliamente en redes sociales, agencias de noticias conservadoras como Mehr y Tasnim calificaron el evento como una “amenaza cultural”. Estas agencias denunciaron la “presencia sin velo” de las corredoras y exigieron medidas estrictas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
Contexto de presión política
Este incidente ocurre en un contexto de creciente presión por parte de políticos conservadores que buscan reimponer el uso del hiyab. Esto se debe a que muchas mujeres han dejado de usarlo en las calles como una forma de desobediencia civil.
El movimiento de resistencia comenzó tras la muerte de la joven kurda Mahsa Amini en septiembre de 2022. Amini fue arrestada por no llevar correctamente el velo y murió bajo custodia policial, lo que desató meses de protestas en el país. Las manifestaciones clamaban “mujer, vida, libertad” y llegaron a pedir el fin de la República Islámica, pero fueron sofocadas con una dura represión que dejó alrededor de 500 muertos.
Demandas del Parlamento
El martes, un total de 155 parlamentarios del ala dura, de un total de 290, enviaron una carta al presidente del Poder Judicial iraní, Gholamhosein Mohseni-Ejei. En la carta, pidieron una aplicación “más estricta y decidida” de las leyes sobre el uso obligatorio del velo islámico, ante el aumento de mujeres que no lo usan en la sociedad.
Dos días después, el jefe de la justicia iraní declaró que la situación actual sobre el hiyab “no debe continuar”. Además, mencionó que los organismos de inteligencia han sido encargados de identificar a las corrientes organizadas que “promueven la indecencia y la falta de uso del velo”. También se indicó que la Policía debe enfrentar los “delitos flagrantes”.
Relajación de normas de vestimenta
En las calles de Irán se observa una clara relajación de las estrictas normas de vestimenta femenina. Muchas mujeres muestran sus melenas al aire sin velo, usan faldas y camisetas de tirantes. Esto ha sucedido después de que el Gobierno del presidente reformista Masud Pezeshkian dejara de aplicar medidas severas contra las mujeres que no usan el velo.
A pesar de que el Parlamento aprobó en diciembre de 2024 una ley sobre la castidad y el hiyab que pretendía imponer severas penas a las mujeres que no respetan el código islámico de vestimenta, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, presidido por Pezeshkian, detuvo su aplicación. Consideraron que esto provocaría “conflictos innecesarios” en la dividida sociedad iraní.
EFE














