La Alcaldía de La Paz ha intensificado la clausura del horno de panificación que pertenece al dirigente Rubén Ríos. Esta acción se llevó a cabo tras recibir denuncias de los vecinos sobre el funcionamiento clandestino del establecimiento. Durante un operativo realizado el 1 de diciembre de 2025, las autoridades encontraron condiciones insalubres y una grave infestación de roedores.
El operativo fue liderado por Américo Gemio, quien es el director de Promoción Económica de la alcaldía paceña. Al ingresar al inmueble, que debía estar cerrado, las autoridades se encontraron con un nivel de insalubridad alarmante. “Está peor de lo que encontramos la anterior vez”, comentó Gemio.
En el lugar, la Intendencia Municipal constató la presencia de heces de roedores y un ratón muerto dentro de las instalaciones, incluyendo el área del horno. Las imágenes captadas por la Red Uno confirmaron la existencia de vectores y desechos de los roedores.

Responsabilidad del propietario
Gemio señaló que, aunque la Intendencia realiza el control correspondiente, era responsabilidad del propietario del horno llevar a cabo la fumigación y limpieza adecuadas tras la primera clausura. Los vecinos habían alertado a las autoridades sobre el presunto funcionamiento clandestino del negocio, lo que motivó esta nueva intervención.
A pesar de que durante la inspección no se pudo comprobar que se estuviera elaborando pan, el incumplimiento de la clausura fue evidente. Los residentes del lugar informaron a los medios que estaban en un proceso de limpieza “exhaustiva y minuciosa” y que apenas el día anterior habían comenzado la fumigación. Aseguraron que esperaban recibir el certificado correspondiente al día siguiente.
Situación del dirigente
Rubén Ríos, el dirigente de la Confederación Nacional de Panificadores de Bolivia (Conapabol) y propietario del horno, no fue encontrado durante el operativo. Las autoridades municipales reiteraron que el horno no debe reiniciar sus actividades bajo ninguna circunstancia hasta que no se presente la documentación necesaria y se obtenga la autorización respectiva que garantice las condiciones de inocuidad alimentaria para la población paceña.
Prioridad en salud pública
La salud pública sigue siendo una prioridad para las autoridades, y el establecimiento permanecerá con el sello de clausura hasta que se subsanen todas las fallas sanitarias detectadas. La intervención busca asegurar que los alimentos producidos en la ciudad cumplan con los estándares de higiene necesarios para proteger a la comunidad.














