El conflicto abierto entre altas autoridades judiciales de Bolivia escaló este lunes a niveles personales y políticos. Esto ocurrió después de que el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Romer Saucedo, respondiera con fuertes insultos a las acusaciones del presidente del Tribunal Departamental de Justicia (TDJ) del Beni, Charles Mejía. Saucedo calificó a Mejía de “carnicero de la democracia” y “esbirro”, en una respuesta directa a las denuncias que Mejía hizo la semana pasada, donde tildó a Saucedo de ser un “dictador de la justicia boliviana” y lo acusó de haber estado preso en Palmasola.
Inicio del enfrentamiento
El enfrentamiento comenzó la semana pasada, cuando el vocal Charles Mejía denunció públicamente que Romer Saucedo lo estaba presionando y amenazando para que renunciara a su cargo como presidente del TDJ del Beni. Según Mejía, las tácticas de presión no se limitaron a llamadas telefónicas, sino que también incluyeron el allanamiento de su oficina durante una audiencia que se estaba llevando a cabo.
Mejía había acusado a Saucedo de intentar hacer lo que “le dé la gana” y de ser un “dictador de la justicia boliviana”. Además, el vocal del Beni lanzó una grave imputación personal contra Saucedo, asegurando que el actual presidente del TSJ “estuvo detenido en Palmasola 1.5 años por tentativa de asesinato” y que existían registros públicos que lo demostraban.
La respuesta de Saucedo
Este lunes, Romer Saucedo no se quedó atrás y devolvió los insultos. Apuntó a la supuesta influencia política de Mejía y le recordó su papel en la reciente postergación de las elecciones judiciales, llamándolo “carnicero de la democracia”. Saucedo aseveró que Mejía es un “esbirro” del exmagistrado autoprorrogado Gonzalo Hurtado, quien es originario del Beni.
El titular del TSJ negó que su accionar esté motivado por la persecución, afirmando que su intención es defender la institucionalidad judicial. “No me encuentro en afán de persecución a nadie, sino que pretendo hacer que se respete en todo momento la institucionalidad”, declaró Saucedo.
Las acusaciones de Mejía
Cuando se le consultó directamente sobre las serias acusaciones de Mejía acerca de su supuesta detención en Palmasola por tentativa de asesinato, Romer Saucedo evadió dar una respuesta directa. En su lugar, se limitó a usar un dicho popular: “Cuando la lengua es larga, la mente se acorta, y con eso quiero responderle contundentemente al presidente del Tribunal Departamental de Justicia”.
Crisis institucional en Bolivia
Este conflicto refleja la profunda crisis institucional que atraviesa el Órgano Judicial boliviano. Las principales figuras del sistema judicial están enfrascadas en una disputa verbal que incluye denuncias de corrupción, presiones políticas y antecedentes penales. La situación actual pone en evidencia la fragilidad de la justicia en el país y la falta de confianza en sus líderes.
