En el contexto de su lucha contra la corrupción, el nuevo comandante general de la Policía Boliviana, Mirko Sokol, ha dado la orden de cerrar de manera inmediata y organizada todas las Divisiones de Comisaría de Tránsito en el país.
Esta decisión fue comunicada a través de un memorándum interno que fue dirigido a la Dirección Nacional de Tránsito, Transporte y Seguridad Vial. Esta acción es parte del proceso de reestructuración que Sokol ha anunciado, con el objetivo de enfrentar de manera directa la corrupción dentro de la institución.
De acuerdo con el documento, la orden implica que todas las labores operativas y administrativas de las unidades afectadas deben cesar de forma instantánea en todo el territorio nacional. La directriz incluye una serie de pasos que buscan asegurar un proceso transparente y ordenado.
Inventario de bienes
Se requiere que se elabore de inmediato un inventario detallado de todos los bienes que están asignados a las divisiones. Esto incluye mobiliario, equipos, armamento y vehículos.
El personal policial y administrativo que trabaja en las comisarías que han sido cerradas deberá presentarse de inmediato ante el Departamento de Recursos Humanos de su respectiva Dirección Departamental de Tránsito. Allí se definirá su nueva ubicación y asignación funcional.
Plazo para informes
Las unidades que han sido cerradas tienen un plazo máximo de 24 horas después del cierre para enviar sus informes finales, así como copias de los inventarios y actas de entrega.
El memorándum aclara que esta reestructuración no afectará la prestación de servicios esenciales. Solo las Divisiones Departamentales de Comisarías de Tránsito continuarán operando normalmente.
Atención al público
Además, para asegurar la continuidad de los trámites y solicitudes de los ciudadanos, se habilitará una Oficina de Plataforma de Atención al Público en cada Dirección Departamental de Tránsito del país.
