El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Fernando Aramayo, defendió el fortalecimiento de la cooperación iberoamericana como un pilar fundamental de la política exterior del país. Esto lo hizo durante su participación en la II Reunión de Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores de los Países Iberoamericanos. La reunión se llevó a cabo de forma virtual, bajo la conducción de España, que ocupa la Secretaría Pro Témpore. Este encuentro sirvió para revisar los avances del Sistema Iberoamericano y para afinar los detalles de la XXX Cumbre Iberoamericana que se celebrará en 2026.
En su intervención, el canciller Aramayo destacó la sintonía entre la visión boliviana, que se expresa como “Bolivia en el mundo y el mundo en Bolivia”, y el objetivo regional de construir una comunidad que sea “más unida, moderna y orientada a las nuevas generaciones”. El diplomático boliviano subrayó la importancia de impulsar la diplomacia digital y promover una participación “más activa e inclusiva” de las sociedades iberoamericanas en la economía global.
Apoyo a propuestas clave
Además, Aramayo brindó un decidido apoyo a dos propuestas clave que buscan proyectar la región a nivel global. En primer lugar, respaldó la iniciativa de consolidar un vínculo más estrecho entre Iberoamérica y el Caribe, con el objetivo de generar nuevas alianzas estratégicas. En segundo lugar, reafirmó el compromiso con el multilateralismo y apoyó la posición conjunta para que la próxima autoridad de la Secretaría General de la ONU provenga del espacio iberoamericano.
Preparación para la cumbre de 2026
La reunión ministerial se centró en la preparación de la XXX Cumbre Iberoamericana de 2026, cuyo lema será: “Iberoamérica. Juntos construimos nuestra Comunidad. Juntos la proyectamos hacia el futuro y hacia el mundo”. Los países asistentes coincidieron en la necesidad de profundizar la relación con el Caribe para fortalecer alianzas, lo que les permitirá reforzar su presencia en los espacios multilaterales.
Asimismo, valoraron el diálogo sostenido con los Observadores Asociados y Consultivos de la región. Este enfoque colaborativo es esencial para avanzar en los objetivos comunes y fortalecer la cooperación entre los países iberoamericanos.
